Proyecto “Liberando su potencial: Empoderando a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes para el ejercicio de sus derechos”
 

Esta iniciativa liderada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas – UNFPA, con el apoyo y financiamiento del gobierno de Canadá, tiene como objetivo contribuir a mejorar el bienestar y el cumplimiento de la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en un entorno igualitario y libre de violencia de género, avanzando así hacia un fortalecimiento de la autonomía corporal de niñas (10-14), adolescentes (15-19) y mujeres jóvenes (20-29) con énfasis en aquellas con mayor riesgo de quedarse atrás. Los categorizadores críticos de las poblaciones con mayor riesgo de quedarse atrás consideran los niveles de ingreso y educación, la localización (áreas urbanas marginales o periurbanas, áreas andinas y amazónicas), el origen étnico (indígenas, afrodescendientes), la condición de discapacidad, la condición migratoria y la orientación sexual.

Las áreas geopolíticas administrativas identificadas como áreas de intervención son Ayacucho, Piura y el distrito de San Juan de Lurigancho (en Lima); Estos han sido seleccionados debido a sus brechas en la realización de la salud y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y los altos indicadores de la violencia de género y las prácticas nocivas, la colaboración pasada y/o presente del UNFPA en estas regiones que puede contribuir a una mejor implementación del proyecto con un potencial de mayor retorno de la inversión.

Las estrategias de ejecución aseguran la complementariedad entre el desarrollo y los entornos humanitarios e incluyen la promoción y el diálogo sobre políticas, el desarrollo de capacidades, la gestión del conocimiento y la prestación directa de servicios. Asimismo, estas estrategias contarán con aceleradores basados en los enfoques de derechos humanos, la transformación de las normas discriminatorias de género; la coordinación, asociaciones y financiación; “no dejar a nadie atrás”; la generación de datos y evidencias; la innovación y digitalización; y la resiliencia y adaptación.

El proyecto tendrá un enfoque multidimensional, desplegando intervenciones multinivel basadas en la evidencia global y regional disponible que permitan generar un diálogo político y técnico, a nivel nacional y en territorios con presencia significativa de autoridades gubernamentales, autoridades tradicionales y organizaciones de la sociedad civil donde participen activamente poblaciones indígenas y afrodescendientes, adolescentes y jóvenes.

Se espera que al final de la implementación del proyecto se logre: i) el fortalecimiento de políticas, leyes y marcos financieros; ii) la mejora en el acceso y uso de los servicios de salud, educación, protección y justicia de calidad para garantizar el ejercicio de ciudadanía igualitaria y restitución plena de los derechos de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes; iii) la mejora de comportamientos, actitudes y prácticas para transformar las normas de género discriminatorias y mejorar el liderazgo y la participación de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en los procesos de toma de decisiones.

El acceso a la salud sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar, y vivir en un entorno libre de violencia contribuyen a que las personas, en particular las adolescentes y mujeres jóvenes, logren salir de los ciclos intergeneracionales de pobreza y desigualdad. Cuando las mujeres toman decisiones sobre sus cuerpos, ejercen sus derechos sin coacción ni violencia, incluyendo la planificación sobre cuándo y cuántos hijos tener, ellas estarán con mejores posibilidades para completar su educación; aumentar sus autonomías en todos sus ámbitos; y mejorar sus probabilidades de acceder al mercado laboral formal con mayores ingresos.

De esta manera, se fortalece su seguridad y bienestar económicos y el de sus familias. A su vez, esto contribuye al desarrollo y la reducción de la pobreza, así como a la igualdad de género y la inclusión social en un país.