Go Back Go Back
Go Back Go Back
Go Back Go Back
Una oportunidad para llegar a todas las voces

Una oportunidad para llegar a todas las voces

COVID-19: un reto a nuestra medida

COVID-19: un reto a nuestra medida

El UNFPA frente a la pandemia

El coronavirus se instaló en nuestro territorio, afectando de muchas maneras a la ciudadanía. Ante ello, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Perú elaboró una serie de acciones para mitigar su impacto, especialmente aquel que sobrepasa a los más vulnerables. Desde comienzos de abril hasta fines de junio, el organismo desplegó seis campañas centradas en proteger los derechos y garantizar el acceso a oportunidades de las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad.

Estas son las historias de cada uno de estos esfuerzos. 


"Colocar en el centro del desarrollo los problemas de la población es la principal misión del UNFPA. La pandemia ha traído muchos retos, pero también representa una oportunidad única para replantear nuestro andar como sociedad y trabajar conjuntamente en el ejercicio de los derechos, incluyendo los derechos sexuales y reproductivos, sin dejar a nadie atrás”. Markus Behrend, Representante del UNFPA en Perú.

Una respuesta urgente a la emergencia

La pandemia del COVID-19 y las medidas tomadas por los países para contener su propagación han modificado —al menos temporalmente— las reglas de relacionamiento social, afectando dramáticamente la salud, la vida, la economía y los medios de vida de todas las personas en el mundo. Desde el primer trimestre de 2020, en la mayoría de los países, las personas han visto cambiar abruptamente su forma de vida.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) también debieron ajustar sus planes de trabajo de 2020 para brindar una respuesta efectiva al COVID-19 y a sus grandes y múltiples desafíos. Se enfocaron en los siguientes tres pilares: la respuesta en salud, la respuesta socioeconómica y la respuesta humanitaria. 

 

En “modo emergencia” 

En el marco de su Programa País 2017-2021 en el Perú, el UNFPA —la Organización de la ONU que vela por el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva, el pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, la igualdad de género y el desarrollo de adolescentes y jóvenes en todo su potencial— adecuó su Plan de Trabajo 2020 para abordar las nuevas necesidades, que muchas veces no son tan nuevas. Y continuará haciéndolo en este contexto de transición. 

El plan de trabajo fue reestrategizado desde un enfoque integral para atender y acompañar las prioridades del país en las áreas de responsabilidad de la Organización. El proceso ha sido ampliamente participativo, incluyendo a los ministerios y entidades estatales con las que se trabaja cercanamente, los aliados estratégicos de la sociedad civil, la comunidad internacional y el Equipo de País de las Naciones Unidas. 

También ha estado marcado por una coordinación intensa y permanente al interior de la Oficina de País del UNFPA, en la que todas las personas se pusieron rápidamente en modo emergencia para dar respuesta en un contexto de emergencia. 

“La tarea llevada a cabo implicó la reformulación del plan de trabajo original, pero también una adecuación de nuestra labor a la nueva realidad, como, por ejemplo, el uso de plataformas en línea que favorecen la operatividad”, detalla Milagros Since, Asistente de Programa del UNFPA en Perú.

 

“Hemos buscado que no haya retroceso en la efectivización de los derechos sexuales y reproductivos de las personas, con énfasis en aquellas en mayor situación de vulnerabilidad. Nos hemos abocado a que no se interrumpa el acceso a la salud sexual y reproductiva, que incluye, entre otros, la salud materna y la planificación familiar, esta última con énfasis en la entrega de anticonceptivos modernos. De la misma manera, a que se dé continuidad a la prevención y respuesta a la violencia basada en género. También incidimos para que el personal de salud sexual y reproductiva sea considerado personal de primera línea y sea dotado de elementos de protección personal necesarios”, comenta María Eugenia Mujica, Representante Auxiliar del UNFPA en Perú.

En esta línea, el UNFPA ha trabajado de la mano de sus contrapartes nacionales en la respuesta al COVID-19 en sus áreas de responsabilidad. Uno de los resultados del diálogo con los sectores gubernamentales involucrados ha sido el diseño y la implementación de seis campañas de comunicación. Estas difundieron piezas comunicacionales en diferentes formatos y canales con gran impacto en la llamada “última milla”; es decir, las poblaciones más vulnerables que no deben ser dejadas atrás.

Todas las intervenciones desarrolladas fueron concebidas a partir de una intensa coordinación con diferentes sectores del Estado, a pesar de las limitaciones del aislamiento social. Las primeras dos campañas fueron difundidas a comienzos de abril, a poco más de dos semanas de declarado el estado de emergencia. Estas campañas fueron parte de un trabajo conjunto que incluyó la elaboración de documentos técnicos y cartillas informativas orientadas a fortalecer las competencias de actores clave en la gestión de casos de violencia desde un enfoque multisectorial. 

“Además de las diversas campañas de sensibilización efectuadas, se brindó asistencia técnica para la aprobación de normas sectoriales orientadas a proteger los derechos sexuales y reproductivos y el derecho a una vida libre de violencia de las mujeres en el contexto del COVID-19”, detalla Melissa Bustamante, Responsable del área de Género y Derechos Humanos del UNFPA en Perú.

Promoviendo la igualdad en el aislamiento

La llegada del COVID-19 provocó que las personas se queden en casa para evitar contagiarse

y propalar la enfermedad. El aislamiento social, sin embargo, agudizó las brechas de género, profundizó la violencia y la inequidad en las tareas domésticas y de cuidado. Los siguientes datos de los primeros cien días del estado de emergencia son una radiografía de

la compleja situación de las mujeres.

Tomando en cuenta la necesidad de asegurar que la respuesta al COVID-19 responda de manera específica a las necesidades de las mujeres, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Perú y el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) sumaron esfuerzos para diseñar dos campañas de sensibilización para vivir un aislamiento con igualdad, prevenir y atender la violencia basada en género y promover los derechos sexuales y reproductivos.

Estas campañas fueron complementadas con el desarrollo de cartillas y documentos técnicos para asegurar que la respuesta frente al COVID-19 cuente con enfoque de género.

“Cualquier medida social nueva suele tener un efecto diferenciado en hombres y mujeres, y esto es lo que se ha hecho visible en la pandemia. Es tarea del Estado modificar ciertos patrones y resolver problemas que han sido históricos en el Perú”, señala Jeannette Llaja, quien fue la directora general de la Dirección General de Igualdad del MIMP al momento de la campaña.

Iniciativas para la igualdad 

La primera campaña, denominada “Vivamos el aislamiento con igualdad”, tuvo como principal objetivo promover la participación activa de los varones en las tareas domésticas y las labores de cuidado de niños y adultos mayores, así como la prevención y atención de la violencia basada en género.

La segunda, “Convirtamos situaciones de emergencia en oportunidades para la igualdad”, estuvo dirigida a autoridades regionales y locales para adoptar medidas —en alianza con otras instancias públicas— que permitan atender las necesidades de las mujeres, particularmente las referidas a la prevención y atención de la violencia basada en género.

¿Cómo pueden los servidores públicos garantizar los derechos de las personas?

Para ambos casos, se elaboraron diversas piezas para redes sociales que, dado su éxito, fueron solicitadas por las oficinas del UNFPA de Panamá y Costa Rica, y por la organización internacional Plan Internacional, a fin de ser adaptadas y replicadas.

También se crearon un folleto y una cartilla informativa. Esta última, que responde a la segunda campaña, tuvo un alcance superlativo, ya que fue compartida con 130 entidades públicas, de las cuales 25 son gobiernos regionales.

Historia 2 y 3 - Fondo de Población de las Naciones Unidas - PeruOtros de los contenidos contemplados fueron spots realizados y difundidos en radios de la periferia de Lima (Canto Grande, Comas, Sensación y Stereo Villa) y de los departamentos de Ayacucho (Wari) y Piura (Cutivalú y otras), sectores que registran un alto índice de violencia de género. Estas producciones radiales suponen un nuevo “corredor comunicacional” del UNFPA en Perú, espacios donde la temática trabajada no estaba llegando en el contexto del aislamiento social. 

Así como muchas otras, Radio Cutivalú, además de ser una vía de transmisión de mensajes claves, es una plataforma que ha canalizado las demandas de la población. Luis Lozada, periodista y director del medio, es un conocedor de primera mano de la realidad piurana, ya que ha conversado con diversas mujeres víctimas de violencia a través del hilo telefónico.

“Nuestro equipo de comunicadores no está solo para transmitir noticias. Somos un referente para la comunidad. Nos creen y nos ven como sus aliados”, afirma.

 

Maternidad segura en tiempos de pandemia

El escenario lucía peligroso para las futuras madres en nuestro país. Las cifras lo hacían ver así: hasta la tercera semana de junio del 2020, más de 2320 gestantes habían contraído el COVID-19 y nueve habían fallecido por esta enfermedad, según el reporte del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud (MINSA).

A esta situación de vulnerabilidad se le sumaban la baja del personal médico en todo el país, la saturación de las instalaciones hospitalarias y la conversión de las mismas en focos de infección, problemas que se acrecentaban en los rincones más alejados de nuestro territorio.

“Existe un franco deterioro de la atención en los establecimientos de salud, a lo que se suma una realidad de desorden, corrupción y reducción de presupuesto público para servicios a la población”, narra Oraldo Reátegui, director de Radio La Voz de la Selva, de Iquitos.

Fue en este duro contexto que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Perú decidió realizar un primer esfuerzo por proteger a las gestantes. De la mano de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) —agencia líder en tiempos de pandemia—, se llevó a cabo la campaña “Cuidado del embarazo”, que abarcó una serie de piezas gráficas para concientizar sobre los cuidados que deben tener las gestantes durante el aislamiento antes y después de haber dado a luz.

Una segunda etapa fue el lanzamiento de la campaña “Semana de la maternidad saludable, segura y voluntaria”, junto con el MINSA. El propósito fue informar a la población sobre el seguimiento que el personal de salud realiza a la mujer durante su embarazo, además de promover medidas preventivas frente a la pandemia, reconocer signos de alarma, favorecer una alimentación saludable y la consejería en planificación familiar a la que deben acceder después de haber alumbrado.

“Este trabajo tiene sustento en la priorización que tenemos a nivel global sobre la continuidad de los servicios de salud sexual y reproductiva en cualquier contexto”, señala Miriam Rojo, responsable del área de Salud Sexual y Reproductiva del UNFPA en Perú.

 

Parte de la campaña —la única realizada con el MINSA por una agencia de las Naciones Unidas en Perú— se desarrolló en la tercera semana de mayo, fecha en que, anualmente, el Estado celebra su compromiso con la protección de las mujeres gestantes.

Normatividad, comunicación y despliegue

Si bien la campaña hecha con el MINSA estuvo centrada en el aspecto comunicacional, su origen responde a acciones igual de importantes en las que el UNFPA tuvo una decisiva participación: la Directiva Sanitaria N°94-MINSA/2020, creada para garantizar la salud de las gestantes y la continuidad de la atención en planificación familiar, y aprobada con Resolución Ministerial N°217-2020-MINSA.

“El UNFPA nos otorgó respaldo técnico con recomendaciones internacionales para la atención de las gestantes en la pandemia. Ello permitió articular la propuesta normativa”, destaca el Dr. Guillermo Atencio, director ejecutivo de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, el sector del Estado peruano que representa la cara más visible en la lucha contra el COVID-19.

El documento precedió a la elaboración de la Directiva Sanitaria N°97-MINSA/2020 para la prevención y atención de la gestante y del recién nacido con riesgo o infección por COVID-19, aprobada con Resolución Ministerial N°245-2020-MINSA, y la Directiva Sanitaria N° 098-MINSA/2020, para el seguimiento y monitoreo de la morbilidad materna extrema, aprobada con la Resolución Ministerial 249-2020-MINSA.

Historia 4 - Fondo de Población de las Naciones Unidas - PeruLos contenidos de comunicación desarrollados en la campaña incluyeron diversas piezas en redes sociales, videos, volantes y pautas en radios de Lima, Lambayeque, Loreto y Ucayali, zonas donde el coronavirus ha golpeado fuertemente y donde existe falta de personal de salud. Además, los spots radiales fueron traducidos al idioma quechua para llegar a los pueblos más apartados. Con estas acciones, se logró alcanzar y educar a muchas personas de dichas ciudades.

Otros de los contenidos desplegados fueron charlas vía YouTube y un webinar en el que participaron el Dr. Atencio y la Dra. Vicky Camacho-Hübner, asesora técnica regional en

Salud Sexual y Reproductiva de la Oficina Regional para Latinoamérica y el Caribe del UNFPA. 

El webinar es muestra de un trabajo articulado que se dio al interior del MINSA y que tuvo como protagonistas a la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva y las áreas de Comunicaciones y TeleSalud. Esta última ofreció su plataforma para desarrollar el taller virtual. Ambos espacios congregaron a gran cantidad de internautas. Los videos subidos a YouTube contaban con más de 15 mil visualizaciones en un mes y medio.

Más acciones en conjuntoa

La cooperación entre el UNFPA y el MINSA sigue su curso. El éxito de la campaña para las madres ha despertado el interés de este portafolio para realizar más acciones conjuntas en tiempos de pandemia. La capacidad para articular esfuerzos y el conocimiento del trabajo de actores de un mismo sector han sido elementos esenciales para sacar adelante grandes iniciativas.  

Nuevas generaciones marcan la diferencia

Los y las adolescentes y jóvenes (personas entre los 12 y los 29 años) conforman juntos la tercera parte de la población peruana. Se trata de un grupo representativo que enfrenta serios desafíos durante la emergencia sanitaria por el COVID-19, pero también demuestra un gran liderazgo para generar transformaciones y aportar a la sociedad.

“Las juventudes marcamos la diferencia” es una campaña llevada a cabo por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Perú junto al Ministerio de Educación (MINEDU) y la Secretaría Nacional de la Juventud (SENAJU). Su objetivo es posicionar a las nuevas generaciones como actores estratégicos en la tarea de salvar vidas durante la emergencia y contribuir a la convivencia democrática con igualdad de oportunidades para hombres y mujeres durante el aislamiento.

¿Por qué precisamente son ellos los llamados a la acción? “Pensamos que tienen el poder de transformar normas sociales, actitudes y comportamientos que contribuyan a su bienestar y el de los demás”, explica Carmen Murguía, Analista de Programa en el área de Adolescencia y Juventud del UNFPA en Perú. 

“Los jóvenes han estado influenciados, en mayor medida, por la globalización y por corrientes positivas, como el mayor respeto a la igualdad de género, las diferencias y la inclusión”, complementa José Montalvo, Secretario encargado de la SENAJU.

Por ello, representan un grupo etario muy consciente de las desigualdades, la discriminación, la violencia y otros aspectos que, justamente, se ponen de manifiesto en situaciones de emergencia y aislamiento. 

Retos y expectativas

Son estos desafíos y otros relacionadas con el cuidado mutuo, la empatía, la continuidad del aprendizaje, el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, así como la interacción de manera segura en los entornos digitales los que se abordan en la campaña a través de una guía, flyers e infografía con mensajes clave y piezas gráficas en redes sociales de gran alcance, plataformas con las que adolescentes y jóvenes están familiarizados. Se espera, además, que estas herramientas y contenidos sean difundidos en la estrategia “Aprendo en casa”.

“El material desarrollado en la campaña toca áreas que no solo están impactando en la vida de miles de adolescentes y jóvenes durante la emergencia, sino que tendrán implicancias en su trayectoria de vida a la adultez: interrupción en su educación, limitado acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, riesgo de embarazos no planeados y uniones tempranas, desempleo, entre otras”, resalta Carmen Murguía.

Pese a que el panorama se presenta complicado, todavía hay esperanzas. “Confío en la resiliencia, el liderazgo y la creatividad de adolescentes y jóvenes para proponer nuevas reglas de juego y nuevos patrones sociales en lo que será la nueva normalidad pos COVID-19”, añade Murguía. 

Una oportunidad para llegar a todas las voces 

En el Perú, las poblaciones que se comunican en lenguas originarias enfrentan una difícil realidad: por lo general, su nivel de acceso a la educación, salud y otros servicios esenciales es menor al promedio nacional. Parte de la explicación está en el hecho de que los territorios en los que viven están en áreas más dispersas y alejadas de los centros urbanos.

Es por ello que, en el contexto del Día de las Lenguas Originarias (27 de mayo), el Fondo de Población de las Naciones Unidas en Perú decidió compartir contenidos de varias de sus campañas de difusión y sensibilización implementadas durante la emergencia nacional en lenguas ashaninka, aymara, quechua y shipibo-konibo. De esta manera, los mensajes de la agencia llegaron por primera vez a miles de personas en su lengua nativa. 

¿Por qué conmemoramos esta fecha?

Despliegue en radios y redes sociales

Antes de ser traducidos, los mensajes fueron transmitidos en radios de Ayacucho, Lambayeque, Lima, Loreto, Piura y Ucayali. Estas zonas periurbanas y rurales fueron afectadas por la pandemia, limitando seriamente su acceso a servicios de salud —particularmente de salud sexual y reproductiva—, así como a servicios de protección.

Oraldo Reátegui, director de “Radio la voz de la selva”, de Loreto, uno de los espacios aliados, comenta cómo es trabajar desde un punto tan sensible al coronavirus. “El Estado no llega en su totalidad a las poblaciones más alejadas. La radio hace posible que conozcan mejor acerca de la enfermedad y que entiendan la gravedad de la situación que estamos viviendo”, resalta.

Historia 5 - Fondo de Población de las Naciones Unidas - PeruEste esfuerzo realizado por el UNFPA en Perú fue luego llevado a nuevas audiencias a través de las redes sociales y con cuatro traductores protagonistas: Deniz Mishirenti, Jessica Tananta, Rita Choquehuaca y Clodomiro Landeo. Ellos prestaron sus voces y su talento para hacer llegar mensajes claves sobre la convivencia democrática en igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en lenguas ashaninka, shipibo-konibo, aimara y quechua, respectivamente.

El impacto intercultural de esta campaña en plena emergencia nacional fue tal que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y la Secretaría Nacional de la Juventud (SENAJU) del Ministerio de Educación se sumaron a la difusión mediante sus canales digitales, logrando cifras de alcance e interacción superlativas.

Interculturalidad y desarrollo

Para María Pía Molero, directora general de la Dirección General de Transversalización del Enfoque de Género del MIMP, esta iniciativa del UNFPA en Perú dejará huella tanto en el acceso a más servicios como en la capacidad para comprender mejor a nuestros pares. 

“Las poblaciones de lenguas originarias sabrán a dónde acudir en casos de violencia o cuando requieran algún servicio esencial, actuando en igualdad y sin discriminación. Además, dirigirse a ellas en sus lenguas no solo nos enseña a conocerlas mejor, también representa un logro desde el enfoque de los derechos humanos”.  

 

Salud mental en medio de la incertidumbre

Otra de las consecuencias del COVID-19 en el Perú y de la implementación del confinamiento ha sido el impacto en la salud mental de las personas. Este no solo alcanza a las personas afectadas y sus familiares por motivos directos de la enfermedad, sino también a toda la población del país que se ve expuesta a una situación amenazante y de incertidumbre. 

Uno de los sectores de la población que se ha visto más afectado en el contexto de la pandemia es el de las mujeres, de acuerdo con Melissa Bustamante, responsable del área de Género y Derechos Humanos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Perú. “Durante la pandemia, las mujeres han visto afectada su salud mental. La situación de confinamiento, el incremento de las tareas de cuidado y del trabajo doméstico e incluso la presencia de situaciones de violencia de género han impactado gravemente los derechos de las mujeres”.

Con el propósito de reforzar el rol del sector salud en materia de violencia basada en género (VBG) y en el marco de la Resolución Ministerial N° 186-2020-MINSA, el UNFPA en Perú y la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (MINSA) desarrollaron una caja de herramientas para fortalecer las competencias del personal de salud en la gestión de casos de mujeres afectadas por VBG y el aseguramiento de la recuperación de su salud mental y reproductiva.

Esta caja de herramientas está conformada por una guía técnica que brinda orientaciones para la atención de la salud reproductiva y mental de las sobrevivientes de violencia. Asimismo, incluye una cartilla amigable, un video y piezas gráficas destinadas a motivar al personal de salud a conocer más sobre la adecuada gestión de los casos de violencia y, a partir de ello, asegurar justicia, protección y bienestar para las mujeres que han sufrido violencia de género.

Mención especial merece la guía técnica, ya que tuvo mucha acogida entre organizaciones y ha servido de insumo de enseñanza. “Varias empresas nos consultaron sobre ella para capacitar a sus colaboradores. Además, fue usada en cursos de la Escuela Nacional de Salud Pública del MINSA y del Colegio Médico del Perú, con más de 8 mil inscritos y cerca de 2 mil médicos participantes”, indica el Dr. Yuri Cutipé, director de la Dirección de Salud Mental del MINSA.

“La afectación de la salud emocional ha sido progresiva en este tiempo, sobre todo en términos de ansiedad, con más del 70% de la población alcanzada. Las más golpeadas han sido aquellas personas con peores condiciones socioeconómicas, los adultos mayores, las mujeres y las que han perdido el trabajo o no tenían empleo”, detalla Cutipé.

El aislamiento dificulta a las mujeres el acceso a servicios que aseguren sus derechos, por lo que el personal de salud juega un factor decisivo en su cuidado. 

TRAILER: Guía Técnica para el cuidado de la Salud Mental en el contexto del COVID-19