Las parteras son heroínas que ofrecen apoyo para traer vida nueva al mundo, además de proteger la salud, el bienestar y las vidas de las madres y sus bebés. Acompañan a las mujeres en su trayecto hacia la maternidad, garantizando resultados saludables y seguros tanto para la madre como para su recién nacido.
Sus hábiles manos no solo traen vida nueva al mundo; son paladines de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, proporcionan anticoncepción voluntaria y otros servicios esenciales, y ofrecen apoyo emocional a las mujeres gestantes.
El día de hoy, con motivo del Día Internacional de la Partera, celebramos los muchos regalos de salud y vida que ofrecen las parteras. También hacemos un llamado a reconocer que, sin ellas, no será posible alcanzar una cobertura sanitaria universal, y tampoco hacer realidad nuestras aspiraciones de reducir las muertes maternas y neonatales, tal como se ha establecido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La partería cada vez es más reconocida y valorada como una profesión de la atención de la salud que ofrece servicios esenciales –más que periféricos– para la atención primaria de la salud. No obstante, los sistemas de salud en casi todo el mundo necesitan hacer más para apoyar a las parteras y garantizar condiciones laborales respetuosas y dignas para ellas. En medio de una grave escasez de parteras, muchas de ellas tienen cargas de trabajo excesivas y están mal pagadas.
La partería requiere inversiones, que hasta ahora han sido insuficientes. El informe El Estado de las Parteras en el Mundo 2021 encontró que invertir en el acceso universal a servicios de partería de calidad podría salvar 4.3 millones de vidas cada año mediante la prevención de muertes maternas y neonatales y la mortinatalidad. Suecia ya ha demostrado las posibilidades; a través de inversiones en el modelo de atención en partería, ya ha eliminado la mortalidad materna casi por completo.
La partería también exige regulación. El otorgamiento de licencias ayuda a los servicios a cumplir con estándares de calidad constante. La educación de calidad y el desarrollo profesional continuo permiten desarrollar habilidades esenciales. Las asociaciones de parteras sólidas ofrecen canales que permiten a las parteras abogar por condiciones de trabajo dignas y políticas al interior de los sistemas de salud que permitan desarrollar el potencial pleno de la partería.
Las parteras son heroínas que ofrecen apoyo para traer vida nueva al mundo, además de proteger la salud, el bienestar y las vidas de las madres y sus bebés.
El UNFPA está realizando esfuerzos para hacer de la partería una profesión que cuente con un respaldo total y esté completamente integrada en los sistemas de salud. Nuestro programa mundial de partería, en colaboración con la Confederación Internacional de Matronas, inició en ocho países en 2008 y actualmente se encuentra operando en más de 120 países. Gracias a esta colaboración, miles de parteras han elevado sus habilidades al nivel de los estándares internacionales, y existe un creciente reconocimiento mundial del valor del trabajo de las parteras y sus contribuciones en la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva integrales, incluida la eliminación de discapacidades y muertes maternas y neonatales prevenibles.
No obstante, necesitamos hacer más y actuar más rápido. La pandemia de COVID-19 nos enseñó que los sistemas de salud sólidos, de alta calidad, deben llegar a todas las personas. La partería es una de las claves para lograr ese avance. Respetemos a las parteras como figuras centrales en nuestro esfuerzo mundial para garantizar los derechos y la capacidad de decidir, promover la salud y proteger la vida.