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Para avanzar en el desarrollo sostenible es esencial lograr la igualdad de género. Empoderar a las mujeres, asegurar su autonomía, así como poner fin a todas las formas de discriminación que las afectan son medidas centrales para avanzar en un desarrollo con inclusión, asegurando que ninguna mujer, adolescente o niña quede atrás.

No obstante, a pesar de algunos avances en el cumplimiento de la Agenda 2030, en la incorporación del enfoque de género en las políticas públicas y en el ejercicio de  sus derechos, las mujeres continúan experimentando serias desigualdades en la mayoría de las áreas de sus vidas.

En ese sentido, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y con el propósito de visibilizar las desigualdades de género, su impacto en el desarrollo de los Estados y la necesidad de fortalecer las acciones del Estado y otros actores en la promoción de los derechos de las mujeres, la Defensoría del Pueblo y el Fondo de Población de las Naciones Unidas en Perú organizaron el webinar: “Igualdad de género y desarrollo sostenible en el contexto de la COVID 19”.

Este espacio de intercambio y análisis permitió dimensionar, a través de la participación de ponentes internacionales y nacionales, los impactos de la pandemia en la vida y derechos de las mujeres, adolescentes y niñas.

Al respecto, María Eugenia Mujica, Representante auxiliar del UNFPA señaló que para avanzar en la igualdad de género debemos asegurar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y el acceso a la salud sexual y reproductiva, poner fin a la violencia de género, garantizar la participación de las mujeres en espacio de toma de decisiones y liberarlas de la exclusividad de las responsabilidades de las labores domésticas y de cuidado en sus hogares.

La pandemia ha agravado las brechas de género. Las mujeres se han visto limitadas de acceder a servicios de salud sexual y reproductiva, la violencia de género sigue afectando enormemente sus vidas y el acceso a servicios de justicia y protección se ha complejizado. Además, las tareas domésticas y de cuidado se han incrementado. El impacto de género de la COVID-19 es real, grave y merece una respuesta especifica que tenga al centro los derechos y necesidades de las mujeres.

Hoy más que nunca resulta sumamente importante reconocer el liderazgo y rol activo de las mujeres en la respuesta frente a la COVID-19, pero también constituye una necesidad relevar los desafíos y riesgos que enfrentan y comprometernos a tomar acción para asegurarles mayor igualdad.

Por su parte, la Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Silvia Loli, mencionó durante su participación que la discriminación contra las mujeres es un problema estructural en nuestro país. A su vez, y desde un enfoque internacional, Mayra Jiménez, Presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM/OEA), manifestó que no podemos imaginar el desarrollo sostenible si no apostamos por políticas que pongan al centro la igualdad de género.

Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, comparte el sentido de urgencia que deben tener nuestras futuras acciones para buscar un cambio a favor de las mujeres y niñas del mundo:

Debemos encargarnos de eliminar los obstáculos que siguen menoscabando la opinión, la capacidad de decisión, el consentimiento y la igualdad de las mujeres. Ha llegado el momento de cumplir nuestros compromisos colectivos con vistas a garantizar la autonomía y la integridad corporal de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida.[1]

 

Cero muertes maternas, cero necesidades insatisfechas de planificación familiar, cero víctimas de violencia: ¡IGUALDAD DE GÉNERO, AHORA!