Escuchemos a las niñas y defendamos sus derechos
Declaración de la Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem, con motivo del Día Internacional de la Niña
11 de octubre de 2020
Toda niña tiene el derecho a hablar y a ser escuchada.
Hoy, en este Día Internacional de la Niña, comprometámonos a escuchar, y hacer escuchar, las voces de las niñas.
Con demasiada frecuencia sus voces son silenciadas en los hogares, en las escuelas y en el ámbito público. Para millones de niñas en el mundo, ese silencio se impone a través de la mutilación genital femenina, el matrimonio infantil y otras prácticas nocivas. Esas prácticas no sólo violan la integridad y la autonomía corporal de una niña; le roban la confianza y la capacidad para tomar decisiones informadas acerca de su vida.
Suceden en un momento. Sus consecuencias duran toda una vida.
Y están teniendo lugar en este mismo instante, en medio de la pandemia de COVID-19. Un estudio llevado a cabo por el UNFPA y diversos socios muestra que la pandemia podría traducirse en 13 millones de matrimonios infantiles y 2 millones de casos de mutilación genital femenina de aquí al 2030, de manera adicional a los millones de casos que ya se esperaba que tendrían lugar. El embarazo en la adolescencia está aumentando. Las niñas que se encuentran en situación de confinamiento y no están asistiendo a la escuela son altamente vulnerables a esas situaciones perjudiciales.
Con la Agenda del Desarrollo Sostenible como nuestra guía, necesitamos hacer un mejor trabajo para asegurarnos de no dejar a las niñas atrás. No podemos permitir que la crisis actual trastoque el futuro de toda una generación. Redoblemos nuestros esfuerzos con miras a un mundo con igualdad de género, en el que toda niña tenga el poder de tomar decisiones informadas acerca de su cuerpo y su vida. Si cuenta con las habilidades y el conocimiento adecuados, y está acompañada por un hogar en el que impere la paz, una escuela segura y una comunidad que le brinde su apoyo, además de la protección de la ley y las instituciones encargadas de garantizar sus derechos, tendrá las herramientas necesarias para salir adelante.
A medida que las adolescentes efectúan la transición de niñas a mujeres, su salud y sus derechos sexuales y reproductivos adquieren una relevancia todavía mayor. Con la capacidad recién descubierta para tomar decisiones acerca de sus cuerpos, sus vidas y su mundo, y el deseo de hacerlo, están alzando la voz para expresar sus necesidades y sus sueños. Es hora de escucharlas.