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2019 marca un hito crucial para los derechos reproductivos de las personas: se conmemora el 50 aniversario de la creación del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el 25 aniversario de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo (CIPD). Con ocasión a esta celebración, el UNFPA organizó un foro de diálogo para reflexionar sobre la importancia de los derechos sexuales y reproductivos, y la necesidad de acelerar esfuerzos para lograr la agenda incompleta de la CIPD.

“En El Cairo, por primera vez 179 Gobiernos, entre ellos el Perú, se pusieron de acuerdo en un Programa de Acción al comprender que la población y el desarrollo son dos caras de una misma moneda y que la participación de la mujer en condiciones de igualdad es la clave para el desarrollo”, sostuvo Gloria Montenegro, ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

“Al garantizar la salud y los derechos sexuales y reproductivos de la mujer se realza el potencial productivo de ellas y promueve su independencia socioeconómica, así como su participación ciudadana en el quehacer público, y privado, en condiciones de igualdad”, remarcó Kim Bolduc, coordinadora residente (a.i.) del Sistema de las Naciones Unidas en el Perú.

Significativo progreso ha visto el mundo en medio siglo de esfuerzos colectivos de Estados, sociedad civil, activistas y organizaciones como el UNFPA por hacer realidad la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las personas. La posibilidad de ejercer estos derechos ha tenido un efecto multiplicador para el ejercicio de otros derechos, como el derecho a la educación y a la participación, y para la acumulación de capital humano y social para el desarrollo.

“El Programa de Acción de la CIPD ha sido un compromiso y herramienta fundamental para orientar las políticas públicas, de manera que la población, y sus derechos, se encuentren en el centro de la planificación del desarrollo. La Tercera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y El Caribe, presidida por Perú, dejó como legado la ratificación del Consenso de Montevideo -adaptación regional del Programa de Acción del Cairo más allá de 2014- por parte de los países de la región. Este 2019, con el liderazgo del Perú, el compromiso regional con El Cairo y Montevideo renuevan su vigencia”, destacó Markus Behrend, representante de UNFPA en el Perú.

Diálogo de cuatro generaciones

El foro tuvo como protagonistas a cuatro especialistas de diferentes generaciones que intercambiaron reflexiones sobre los cambios en el acceso a ejercer sus derechos reproductivos a partir de los hitos establecidos por la puesta en marcha del UNFPA y la CIPD, así como sobre la agenda pendiente para alcanzar la promesa de la CIPD.

Susana Galdós, fundadora y ex directora del Movimiento Manuela Ramos y parte de la delegación peruana que participó en la CIPD, recordó la conferencia como un evento decisivo en el que se pudo reafirmar los derechos reproductivos y alertó sobre la importancia de no retroceder en el terreno ganado para garantizar estos derechos. A su vez, María José Gómez, directora de Forge Perú, expuso sobre el empoderamiento y la autonomía de las mujeres como elementos cruciales para tomar decisiones sobre sus vidas y poder ejercer sus derechos.

Sofía Carrillo, periodista afroperuana y activista por los derechos reproductivos, expresó la importancia de visibilizar y atender a poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad, considerando sus necesidades específicas, como son las mujeres afroperuanas e indígenas en quienes se reflejan de manera más aguda problemas de salud sexual y reproductiva, violencia contra la mujer y discriminación. Finalmente, Khiabet Salazar, activista juvenil e integrante del equipo de asistencia humanitaria de UNFPA, reconoció los progresos alcanzados desde la CIPD y enfatizó que aún no son suficientes para asegurar la participación efectiva de las y los jóvenes y el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, sin tabúes y barreras que les impiden decidir sobre sus vidas.

Perú como protagonista del cambio

En el Perú, hace cincuenta años, las mujeres completaban en promedio cinco años de educación, dos menos que los hombres. Hoy, hombres y mujeres estudian en promedio 11 años. La tasa global de fecundidad era de seis hijos por mujer, cerca de tres cuartas partes de la vida de una mujer adulta se pasaban en condiciones de embarazo o criando niños pequeños. Hoy, la tasa global de fecundidad ha descendido a una tercera parte.

Cuando UNFPA inició su trabajo ocurrían 500 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos, y actualmente esta cifra ha disminuido a 70. Hace cinco décadas, el uso de métodos modernos de planificación familiar en mujeres unidas no superaba el 10%. Hoy llega a 55%, aunque esta proporción sigue ubicándose en el rango más bajo de la región de América Latina y el Caribe.

“En el Perú, ha habido avances importantes para mejorar la atención del parto institucional y la atención prenatal. Además, por primera vez se aprobó una Política Nacional de Igualdad de Género y se viene implementando la Ley contra la Violencia hacia la Mujer y el Grupo Familiar (…) Estos avances no hubiesen sido posibles sin el valioso apoyo del UNFPA para asegurar los derechos humanos”, afirmó la ministra Montenegro.

Como ilustran estos indicadores, el desarrollo de la sociedad peruana en las últimas décadas ha sido notable. Sin embargo, el progreso continúa marcado por persistentes desigualdades y por tanto, la promesa de El Cairo no ha culminado. Así lo expresan brechas a nivel departamental, urbano-rural y entre las poblaciones más favorecidas y aquellas en mayor situación de vulnerabilidad, como las poblaciones adolescentes, indígenas, afrodescendientes, LGTBI+, con discapacidad, entre otros grupos que han sido relegados de los mayores niveles de bienestar alcanzados por el país.

“La desigualdad es persistente y debemos cerrar brechas de género. Por ejemplo, el embarazo en adolescentes no ha disminuido en 20 años y continúa el desafío de mejorar el acceso a la planificación familiar para disminuir embarazos no deseados, mediante el uso de métodos anticonceptivos. Persisten además altos niveles de violencia basada en género (…) Afortunadamente, tenemos el panorama claro sobre como continuar, gracias al Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo que constituye una hoja de ruta para la acción”, reflexionó la ministra Montenegro.

Derechos y opciones para todas las personas

Que las personas puedan decidir libremente si tener hijos, cuántos y cuándo es determinante para su bienestar individual, el de sus familias e impacta en el progreso de sus comunidades. Desde la creación de UNFPA en 1969 -el mismo año en el que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que padres y madres tenían el derecho de determinar de manera libre y responsable el número de sus hijos y el espaciamiento entre sus nacimientos- el mundo ha protagonizado enormes avances en la calidad de vida de las personas, en aspectos como la economía, la educación, la salud y la participación política, entre otros.

Hoy, el UNFPA trabaja con Estados, organismos de la sociedad civil, la cooperación internacional y el sector privado con la misión de asegurar derechos y opciones para todas las personas. Para ello, busca lograr tres resultados transformadores al 2030: Cero necesidades insatisfechas de planificación familiar, cero muertes maternas prevenibles y cero violencia y prácticas nocivas contra las mujeres y las niñas.

Los Gobiernos de Kenia, Dinamarca y el UNFPA vienen preparando una conferencia global de alto nivel global en Nairobi, Kenia, del 13 al 15 de noviembre de 2019. La “Cumbre de Nairobi sobre la CIPD25: Adelantando la promesa” ofrecerá una plataforma para abordar y acordar acciones para acelerar la implementación del Programa de Acción de la CIPD. Perú participará en su capacidad individual y como presidente de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y El Caribe (CRPD).