La rutina de Aracely incluye tanto el cuidado de su bebé, como el de su propia salud.
Al igual que su segunda hija, la primera llamada Martina, nació sin VIH y goza de buena salud.
Cuando Aracely supo que estaba esperando a Pamela, tenía una carga viral baja, gracias al tratamiento retroviral que sigue desde los 13 años.