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8.000 millones de vidas, infinitas posibilidades: erradicar "discursos alarmistas" sobre crecimiento demográfico y reconocer los derechos de la mujer

Último informe del UNFPA señala que la ansiedad demográfica va en aumento y aboga por dar un giro de 180º a las posturas nacionales frente a los cambios en la población.

 

> Descarga el Informe del Estado de la Población Mundial 2023 <

 

Nueva York, 19 de abril de 2023 – La publicación de nuevos datos revela que la ansiedad demográfica se ha convertido en un fenómeno generalizado y que cada vez es más frecuente que los gobiernos adopten políticas encaminadas a aumentar, reducir o mantener las tasas de fecundidad. Sin embargo, el informe sobre el Estado de la Población Mundial que el UNFPA presenta hoy afirma que las iniciativas que buscan repercutir en dichas tasas casi nunca surten efecto y pueden vulnerar los derechos de las mujeres. 

El informe de referencia 8.000 millones de vidas, infinitas posibilidades: argumentos a favor de los derechos y libertades aboga por dar un giro de 180º grados a la perspectiva desde la que se abordan las cifras demográficas e insta a la clase política y los medios de comunicación a prescindir de los relatos exagerados sobre explosiones y descalabros poblacionales. En lugar de preguntarse a qué velocidad tiene hijos la ciudadanía, los dirigentes han de plantearse si todas las personas —y en especial las mujeres— están en posición de ejercer su libertad reproductiva. En demasiadas ocasiones, la respuesta es “no”. 

“El cuerpo de las mujeres no puede quedar supeditado a los objetivos demográficos”, expone la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. “Si queremos forjar sociedades prósperas e inclusivas, independientemente del tamaño de la población, necesitamos un cambio radical de mentalidad en lo que respecta a nuestra forma de hablar sobre los cambios poblacionales y hacer planes en torno a ellos”.

En los 68 países que han facilitado datos sobre la materia, el 44% de las mujeres y niñas con pareja no tiene derecho a tomar decisiones informadas sobre su propio cuerpo en lo relativo a las relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos y la obtención de atención de la salud, una proporción verdaderamente abrumadora. A nivel mundial, se calcula que unos 257 millones de mujeres tienen una necesidad insatisfecha de anticonceptivos seguros y fiables. Esta situación no es ajena en el caso del Perú, donde el 57% de mujeres unidas o casadas utilizan métodos anticonceptivos modernos (ENDES 2021), muy por debajo del promedio regional.  

A lo largo de la historia, hemos podido constatar que las políticas de fecundidad pensadas para aumentar o reducir la natalidad son inútiles en la inmensa mayoría de los casos y atentan contra los derechos de las mujeres. Durante los últimos 20 años, algunos países han lanzado programas para motivar que las familias fueran más numerosas a cambio de incentivos financieros y recompensas para las mujeres y sus parejas; con todo, su tasa de natalidad no ha superado los dos hijos por mujer. Por otra parte, se han producido graves violaciones de los derechos humanos en forma de actuaciones que buscan ralentizar el crecimiento demográfico mediante esterilizaciones forzadas y la anticoncepción por medios coercitivos.

La planificación familiar no puede ser una herramienta para alcanzar las metas de fecundidad, sino un recurso que empodera a todas las personas. Las mujeres deben poder elegir si desean tener hijos y, en caso afirmativo, cuántos y en qué momento de su vida sin tener que sufrir la coacción de expertos ni de funcionarios. La realidad en Perú es similar. En los últimos cinco años, 52.5% de los nacimientos ocurridos no habían sido planeados en el momento de su concepción (ENDES 2021). Es decir, 1 de cada 2 nacimientos ocurridos no fueron intencionales. Esta situación se incrementa en el caso de las adolescentes, donde 3 de cada 4 embarazos no fueron intencionales.

El informe recomienda a los gobiernos que adopten políticas que tengan como pilar fundamental la igualdad de género y los derechos; por ejemplo, programas de licencia parental, deducciones fiscales por cada hijo, políticas que fomenten la igualdad de género en los entornos laborales, y acceso universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Se trata de instrumentos de eficacia probada que generarán dividendos económicos y se traducirán en sociedades resilientes capaces de prosperar sin importar los cambios demográficos que experimenten.

Datos y cifras clave del Estado de la Población Mundial 2023:

  1. Según los datos de 68 países que presentan informes al respecto, el 24% de las mujeres y niñas con pareja no puede negarse a mantener relaciones sexuales y el 11% no tiene la posibilidad de tomar decisiones sobre anticonceptivos en particular.
  2. Una encuesta en ocho países llegó a la conclusión de que las personas que habían estado expuestas a noticias o conversaciones sobre la población mundial eran las más propensas a opinar que la población mundial es demasiado alta.
  3. Las características demográficas del planeta cambian a gran velocidad: Dos tercios de la humanidad residen en contextos de baja fecundidad, mientras la mitad del aumento de la población mundial previsto para 2050 corresponde a solo ocho países (Egipto, Etiopía, Filipinas, la India, Nigeria, el Pakistán, la República Democrática del Congo y la República Unida de Tanzanía), lo que transformará radicalmente la clasificación de los países más poblados del mundo.
  4. Achacar la culpa del cambio climático a la fecundidad no obliga a rendir cuentas a quienes emiten más dióxido de carbono. De 8.000 millones de personas, en torno a 5.500 millones no ganan lo suficiente, unos 10 dólares al día, como para incidir de forma notable en las emisiones de dióxido de carbono. 
  5. Según un estudio reciente de las Naciones Unidas, impulsar la equidad de género en la fuerza de trabajo sería más útil para sustentar las economías de sociedades con poca fecundidad y en proceso de envejecimiento que fijar metas para que las mujeres tengan más hijos.

América Latina y el Caribe

La dinámica demográfica se ha diversificado mucho en los últimos años a nivel regional, nacional e incluso subnacional, donde coexisten países con realidades muy diferentes. La población es de unos 658 millones de personas, con una tasa de crecimiento de 0,67% anuales. Además, 29 de los 50 países de América Latina y el Caribe tienen tasas de fecundidad inferiores a la media regional de 1,85 nacimientos por mujer. Análisis del UNFPA indican que en muchos países las personas tienen menos hijos de los que desean.

Por otra parte, la población mayor de 65 años está creciendo más rápidamente que la población menor a esa edad. En América Latina y el Caribe se prevé que la proporción de la población en edad de trabajar comience a disminuir a principios de la década de 2040.

 

A su vez, hay países que tienen altas tasas de embarazo adolescente y otros donde existen muertes maternas prevenibles, sobre todo en poblaciones más vulnerables y pobres. Por ejemplo, en el Perú, entre el 2020 y el 2021 el registro de nacimientos vivos en niñas de 10 a 14 años aumentó de 1,158 a 1,437 (24% más). El aumento continuó en el 2022 con 1,625 nacimientos vivos en el 2022 (40% más respecto del 2020), según registros del Ministerio de Salud.

 

La pregunta no es si la población mundial es demasiado grande o pequeña. La pregunta es: ¿todo el mundo puede ejercer su derecho humano fundamental a decidir el número de hijos, cuándo y con qué frecuencia tenerlos? ¿Cuentan con acceso a cuidados maternos de calidad y a métodos anticonceptivos modernos? El 2022 sería el año con el menor número de muertes maternas de la historia del Perú, que resultaría en un nivel de Razón de Mortalidad Materna aproximada de 60 muertes maternas por cien mil nacidos vivos, sin embargo, aún es casi el doble de la meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 establecida para el 2030.

Notas para los editores

El informe sobre el Estado de la Población Mundial es la publicación anual principal del UNFPA. El documento, que desde 1978 se publica todos los años, arroja luz sobre los problemas de reciente aparición en lo tocante a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, de modo que los saca a la palestra y analiza las dificultades y oportunidades que ofrecen en lo que respecta al desarrollo internacional. El informe de este año cuenta con las aportaciones de dos asociados de las Naciones Unidas: la Organización Internacional para las Migraciones y la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales.

Como organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva, el UNFPA ayuda a la humanidad a acceder a anticonceptivos y a información y servicios de salud reproductiva vitales; además, empodera a las mujeres y las niñas para que puedan tomar decisiones fundamentadas sobre su cuerpo y su vida.

Si desea recibir más información, no dude en ponerse en contacto con: Renato Zeballos: zeballos@unfpa.org - 988 504 765