El jueves 31 de marzo, en la Alameda 15 de enero, se realizó una feria informativa sobre violencia basada en género (VBG) y salud sexual y reproductiva (SSR) dirigida a la atención de población refugiada y migrante venezolana y sus comunidades de acogida.
Las mujeres y las niñas que viven en contextos de emergencia en todo el mundo se les priva de la capacidad de asumir el control de sus cuerpos, vidas y futuros. Su sufrimiento es inmenso; es injustificado e innecesario. – Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA
La violencia sexual es un asunto de derechos humanos, de salud pública y presenta lamentables vínculos con embarazos no intencionales. En el Perú, de acuerdo con los registros administrativos del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, los Centros de Emergencia Mujer (CEM) atendieron entre enero y febrero del 2022, 3,560 casos de violencia sexual. Se debe resaltar que solo 3 de cada 10 casos de violencia contra las mujeres llega a ser denunciado.
“Es importante saber que puedo buscar ayuda, que no estamos solas a pesar de no conocer a mucha gente”, comenta Lizbeth*, joven madre migrante que llegó al Perú desde Venezuela y vive junto con su pareja peruana y sus suegros en el distrito de San Juan de Lurigancho, donde se realizó la feria informativa en el marco del proyecto “Vamos Juntas sin Fronteras ni Barreras” organizada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas con financiamiento de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Desarrollo de la feria y activación de las brigadas
La feria organizada al este de Lima, en el distrito más grande del país, tuvo como objetivo promover el ejercicio de los derechos en salud sexual y reproductiva, y una vida libre de violencia entre población refugiada y migrante venezolana y sus comunidades de acogida. La feria congregó a 112 personas, en su mayoría mujeres refugiadas y migrantes.
“La única persona que debe tomar decisiones sobre tu cuerpo y tu futuro eres tú” “No dejes que un minuto cambie tu vida, protégete del VIH/SIDA”, “Si un parto seguro debo tener, en un establecimiento de salud me debo atender”, “Sé amable con tu mente, cuida tus pensamientos”, son frases que acompañaron las dinámicas lúdicas desarrolladas en los stands participativos que se ubicaron alrededor de la alameda donde, además, se brindaron orientaciones en regulación migratoria, orientación sobre el derecho a una vida libre de violencia, promoción de la salud mental, información sobre salud sexual y reproductiva con énfasis en métodos anticonceptivos , servicios de atención prenatal y prevención de las infecciones de transmisión sexual y VIH.
La atención en la feria, estuvo a cargo de ocho brigadas itinerantes que forman parte del equipo del Proyecto “Vamos Juntas”. Cinco de estas brigadas atenderán las necesidades de SSR de la población y están conformadas por profesionales obstetras y psicólogas; las otras tres, dirigidas a la prevención y atención de casos de VBG, están conformadas por trabajadoras sociales, abogadas y psicólogas. Dentro de las brigadas se encuentran profesionales de nacionalidad venezolana, con ello se busca generar una mayor identificación con el público que el proyecto busca atender. Estas brigadas continuarán trabajando en el distrito, en coordinación con los establecimientos de salud y de las instituciones del estado encargadas de la prevención y protección de las sobrevivientes de la violencia de género, por los próximos meses.
Como resultado, las participantes lograron identificar la importancia del derecho a tener una vida libre de violencia, conocer aspectos clave para la regularización migratoria, los principales métodos anticonceptivos, reconocer los principales signos de alarma en el embarazo, parto y post parto, así como la detección temprana de ITS y VIH. Se incluyó también información sobre el derecho de toda persona a exigir una atención igualitaria y gratuita en cualquier centro de salud de su jurisdicción ante situaciones de violencia basada en género, planificación familiar y salud materna. “Todas las mujeres deberíamos aprender cómo protegernos de quienes quieren abusar de nosotras, saber nuestros derechos”, dijo Sabina, joven migrante venezolana, al salir de una de unas actividades informativas.
Hasta septiembre del 2021, la Superintendencia Nacional de Migraciones informó que existen más de 900 mil venezolanos en situación migratoria irregular, poniendo en riesgo el acceso a la salud y educación en una pandemia que aún persiste.
“Vamos Juntas sin Fronteras ni Barreras: contribuyendo a la salud reproductiva y protección de las mujeres en San Juan de Lurigancho” es uno de los proyectos del UNFPA con financiamiento de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos que se viene implementando con nuestros socios Flora Tristán y PRISMA, enmarcado en su estrategia de respuesta humanitaria y está alineado a su nuevo Programa de País 2022 -2026 y el esfuerzo global para: (A) poner fin a las muertes maternas evitables, (B) poner fin a la necesidad insatisfecha de planificación familiar, (C) poner fin a la violencia de género y todas las prácticas nocivas, incluidas el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
*Los nombres no son reales