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Declaración de la Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem, por el Día Internacional de la Partera 2024

 

En este momento, en todo el mundo, millones de vidas están en manos de las parteras. Ya sea que estén atravesando áreas inundadas para llegar a mujeres embarazadas o atendiendo partos entre los escombros de un terremoto, las parteras son las heroínas anónimas de los servicios de salud comunitarios. Gracias a ellas, los nacimientos son más seguros. La atención en salud sexual y reproductiva que brindan está más orientada a las necesidades, deseos y prácticas culturales locales de las mujeres.

 

Cuando ocurre una crisis, las parteras suelen ser las primeras en llegar, especialmente en comunidades remotas. Saben que los bebés llegan sin importar las circunstancias de la mujer gestante, ya sea que esté descansando en casa o huyendo debido a conflictos o desastres.

 

Actualmente, cada dos minutos muere una mujer o niña en algún lugar del mundo debido al embarazo, el parto o el puerperio. Ahora, el cambio climático amenaza con empeorar la situación. Las temperaturas más altas complican los embarazos y pueden provocar partos prematuros y abortos espontáneos. Las inundaciones repentinas pueden arrastrar carreteras, haciendo imposible llegar a las instalaciones de salud. Los eventos climáticos extremos ponen a las mujeres y niñas en mayor riesgo de desplazamiento, las expone al matrimonio infantil y forzado, y puede privarlas de los medios para mantenerse a sí mismas. 

 

Las parteras son fundamentales para enfrentar estos desafíos: pueden proveer hasta el 90 por ciento de los servicios esenciales en salud sexual y reproductiva y ofrecer su experiencia y consejo a las mujeres donde sea que se encuentren.

 

Aún así, persiste una escasez crítica a nivel mundial de aproximadamente un millón de parteras. Sus condiciones laborales pueden ser arduas, lo que desanima a muchas a unirse a la profesión. La discriminación de género explícita contra esta fuerza laboral mayoritariamente femenina también ha resultado en bajos salarios, oportunidades limitadas de avance y reportes de acoso sexual en el trabajo.

 

Sin una expansión significativa de la partería, más mujeres morirán durante el parto. Millones de historias no tendrán heroínas y, en cambio, terminarán en tragedia.

 

En este Día Internacional de la Partera, mientras celebramos sus innumerables logros, escribamos una nueva narrativa, una en la que nos comprometamos a apoyar la profesión de partería y a abordar la escasez global de recursos en salud materna. Una crisis climática que empeora hace más urgente que nunca la necesidad de parteras. El momento de actuar es ahora.