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Declaración de la Directora Ejecutiva del UNFPA, Natalia Kanem en el Día de los Derechos Humanos

 

La Declaración Universal de Derechos Humanos fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas hace 75 años. Sin embargo, su promesa a la humanidad aún nos habla hoy, más fuerte que nunca, llamando a la dignidad, libertad, paz e igualdad para todos.

 

Mientras que las personas en todas partes aprecian estos valores universales, en demasiados lugares los derechos humanos están bajo asedio, con las mujeres y las niñas particularmente afectadas. Las estadísticas lo dicen todo: casi la mitad de los embarazos son no deseados; cada dos minutos muere una mujer debido al embarazo o el parto; una de cada tres mujeres experimenta violencia en su vida, con amenazas intensificadas para aquellas que viven en crisis humanitarias.

 

La Declaración Universal de Derechos Humanos y otros acuerdos internacionales de derechos humanos subrayan que la autonomía corporal es un derecho fundamental. Las personas deben poder tomar decisiones libre y responsablemente sobre sus propios cuerpos, incluyendo si, cuándo y cuántos hijos tener. Realizar este derecho incluye garantizar el acceso universal a información y servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, incluso en situaciones de conflicto y desastre. También depende de poner fin a todas las formas de violencia de género siempre y donde sea que ocurra, ya sea en hogares, lugares de trabajo, en entornos de crisis o en línea. Prácticas perjudiciales como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil también deben terminar.

 

En todo el mundo, el UNFPA está junto a mujeres y niñas reclamando su derecho a la autonomía corporal y a una vida de libertad e igualdad. Trabajamos con gobiernos y la sociedad civil para asegurar que las políticas de planificación familiar estén fundamentadas en los derechos humanos y alineadas con los mecanismos nacionales e internacionales de derechos humanos. Por ejemplo, en Kenia, la República Kirguisa, Mozambique y la República Unida de Tanzania, el UNFPA ha ayudado a alinear los programas de planificación familiar con los principios de derechos humanos. En Costa Rica, ayudamos a dar forma a un nuevo proyecto de ley que protege a las mujeres embarazadas de la violencia obstétrica antes, durante y después del parto.

 

Los esfuerzos del UNFPA para mejorar la recopilación de datos desglosados están ayudando a combatir la discriminación y a arrojar luz sobre personas que durante mucho tiempo han permanecido sin contar. Por primera vez, Camboya, Jordania, México, Turkmenistán y Zambia, entre otros países, están recopilando datos del censo sobre personas con discapacidades, un paso crítico para salvaguardar sus derechos.

 

En crisis, el UNFPA está con las mujeres y las niñas más vulnerables y los jóvenes, quienes desempeñan un papel esencial en la búsqueda de la paz y la seguridad al trabajar para prevenir, abordar y responder a violaciones de derechos. En todos los contextos humanitarios, el UNFPA trabaja para defender los derechos de las mujeres y las niñas a través de principios compartidos de justicia, igualdad y compasión. En Gaza, Sudán, Ucrania y otros lugares de necesidad urgente, el UNFPA distribuye kits de parto limpios para garantizar un parto seguro y cuidado postnatal. También proporcionamos a las mujeres y niñas desplazadas en edad reproductiva kits de dignidad para mantener una higiene adecuada y satisfacer sus necesidades de salud menstrual.

 

75 años desde su adopción, la Declaración Universal de Derechos Humanos nos recuerda que nunca debemos ceder en nuestros valores fundamentales ni perder de vista el mundo que buscamos. En este Día de los Derechos Humanos, y en cada día, hagamos todo lo posible para cumplir la promesa que sostiene de un mundo mejor donde todos puedan disfrutar de todos los derechos a los que tienen derecho.