- La actual situación de emergencia nacional por el COVID-19 ha profundizado las desigualdades de género. Muchas mujeres han sufrido violencia, están asumiendo gran parte de las tareas del hogar y tienen dificultades para acceder a servicios de salud sexual y reproductiva.
- En este contexto tan desafiante, urge seguir fortaleciendo la respuesta del sector salud frente a la violencia de género a fin de asegurar protección, justicia y bienestar para las sobrevivientes de violencia.
En el contexto de aislamiento social, muchas mujeres se ven obligadas a convivir con sus agresores, lo que les genera angustia y temor. Es por ello, que el sector salud, que resulta ser la primera cara de la respuesta publica frente al COVID-19 ante la ciudadanía, tiene que adoptar las medidas necesarias para asegurar que el cuidado de la salud mental y salud sexual y reproductiva de las mujeres que sufren violencia, sea visto como una prioridad institucional en todos los establecimientos de salud, públicos y privados.
Es por ello, que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Dirección Estrategia de Salud Mental del Ministerio de Salud han unido esfuerzos técnicos para elaborar una caja de herramientas que permita fortalecer las competencias técnicas del personal de salud para gestionar adecuadamente los casos de violencia de género que llegan a los servicios de salud.
Esta caja de herramientas compuesta por una cartilla amigable con orientaciones técnicas, 9 piezas gráficas y un video, buscan difundir a través de recursos amigables- como animaciones y gráficos- entre el personal de salud los pasos básicos para atender los casos de violencia a fin de asegurar la atención de la salud mental y salud sexual y reproductiva de las mujeres que han sufrido alguna forma de violencia.
Estos instrumentos de formación, ponen especial énfasis en relevar la importancia del rol del personal de salud en la detección y atención de la violencia de género, la obligación de brindar los kits de violación sexual, asegurar el cuidado de la salud mental y coordinar con las diversas instituciones públicas encargadas de proteger a las mujeres, adolescentes y niñas que han sido víctimas de violencia de género.
El aislamiento es una barrera para que las víctimas de violencia busquen ayuda, por lo que la intervención rápida del personal de la salud puede salvar vidas. Mediante la producción y difusión de estas herramientas de formación del personal de salud, el UNFPA y el Ministerio de Salud renuevan su compromiso de seguir trabajando por garantizar el derecho de las mujeres a vivir una libre de violencia. Invertir en el bienestar de las mujeres es una medida esencial para avanzar en el Desarrollo Sostenible de los Estados.