En el último año, se ha producido una avalancha mundial de catastróficas olas de calor, incendios forestales, inundaciones y sequías, el informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, dispara una alarma imposible de ignorar. El informe, que cuenta con 234 autores de 66 países, quienes citan 14.000 referencias, presagia eventos climáticos extremos más frecuentes y graves cuyo origen guarda relación con el comportamiento humano.
Los desastres naturales, que se han intensificado a consecuencia del cambio climático, aumentan los desplazamientos y las necesidades humanitarias en el mundo entero, y también están teniendo un impacto devastador y desproporcionado en las mujeres y las niñas, que se han visto afectadas por una disminución en su acceso a servicios esenciales y menores probabilidades de participar en la toma de decisiones que afectan sus vidas. Según el PNUD, las mujeres, las niñas y los niños tienen 14 veces más probabilidades que los hombres de morir en un desastre climático.
A continuación, señalamos cinco formas más de que el cambio climático aflige a las mujeres y las niñas. El cambio climático puede:
1...conducir a más violencia de género.
Las mujeres y las niñas, que tienen la responsabilidad primordial de recoger agua y leña para combustible, tienen que caminar más en búsqueda de recursos escasos. Cuando las poblaciones son desplazadas debido al cambio climático, las mujeres y las niñas enfrentan un mayor riesgo de violencia basada en el género en los campamentos de refugiados o desplazados internos. Las mujeres constituyen el 80 % de las personas desplazadas a causa del cambio climático. Una vez más, al buscar recursos para administrar sus hogares, caminan por territorios desconocidos, lo cual aumenta su vulnerabilidad.
2...contribuir a un aumento de los matrimonios infantiles
Los extremos climáticos destruyen los medios de subsistencia y exacerban la pobreza. Esto puede incentivar a las familias a casar a sus hijas jóvenes para que haya una boca menos que alimentar, a cambio de un precio de la novia o porque creen que están mejorando las oportunidades futuras de una hija. Cualquiera que sea la motivación, en países afectados por desastres climáticos se han observado aumentos en los índices de matrimonio precoz.
3...aumentar la mortinatalidad
Las investigaciones indican que “un aumento de 1 grado Celsius durante la semana anterior al parto se asocia con un aumento del 6 % en el riesgo durante la estación cálida, lo que se traduce en aproximadamente cuatro mortinatos adicionales por cada 10.000 nacimientos”. Se justifica realizar una investigación más exhaustiva, pero las pruebas apuntan a una conexión entre el calor extremo y los resultados negativos relacionados con los partos.
4...y empeorar otros resultados maternos y neonatales
A modo de ejemplo, las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria y la fiebre del dengue, se han relacionado con abortos espontáneos, nacimientos prematuros y anemia. El aumento de las temperaturas está prolongando las temporadas de actividad de los mosquitos, que propagan estas enfermedades, y los entornos húmedos fomentan su reproducción. El cambio climático también puede aumentar la propagación de enfermedades transmitidas por vectores, como el virus del Zika, que en las embarazadas puede causar graves defectos congénitos como la microcefalia (cabeza reducida debido a una anomalía cerebral).
5...interrumpir la salud sexual y reproductiva y limitar el acceso a la anticoncepción
Como ha demostrado claramente la pandemia de COVID-19, las emergencias desvían los recursos de atención sanitaria hacia la lucha contra la amenaza más reciente y los alejan de servicios que se consideran menos esenciales. Las emergencias debidas al cambio climático se harán más frecuentes, lo que significa que los servicios de salud y derechos sexuales y reproductivos podrían estar entre los primeros en reducirse.
Sin embargo, incluso si se mantienen los servicios en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos, las mujeres y niñas desplazadas a menudo pierden el acceso a estos, lo que puede dar lugar a embarazos no planificados e infecciones de transmisión sexual.
El mundo debe reconocer que la salud y los derechos sexuales y reproductivos son una cuestión climática, y que las mujeres deben formar parte de la formulación de políticas climáticas. Cuando se integra a las mujeres en esa tarea, el planeta mejora debido a huellas de carbono más bajas y mayores áreas de tierras protegidas. Y cuando el planeta mejora, todas y todos estamos mejor.