Imagine un planeta donde a los 8.000 millones de personas que lo habitamos nos aguarde un futuro prometedor y lleno de oportunidades. Ahora, abra los ojos y observe la realidad: 4.000 millones de mujeres y niñas —la mitad de la humanidad— sufren discriminación exclusivamente por motivos de género.
Hace treinta años, en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), nos fijamos como objetivo un mundo en el que las personas tuvieran vidas más longevas y saludables y disfrutaran de más derechos y mayor margen de decisión que nunca. Esta visión ya es una realidad para muchas de ellas; de hecho, la población humana registra sus máximos históricos gracias en gran medida a las mejoras en la atención sanitaria y a la mayor longevidad. Sin embargo, al tiempo que celebramos los avances logrados, también debemos reconocer que, para millones de personas, si no miles de millones, esta promesa sigue siendo inalcanzable.
Este Día Mundial de la Población es un recordatorio de que podemos alcanzar el futuro próspero, pacífico y sostenible que se imaginó en la CIPD y se recogió en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, si aprovechamos la capacidad de todos y cada uno de los seres humanos del planeta. Si sacamos partido a todo el potencial de las mujeres y niñas —y fomentamos y colmamos sus aspiraciones vitales, familiares y profesionales—, estaremos movilizando la mitad del liderazgo, las ideas, la innovación y la creatividad que se necesitan para mejorar la sociedad.
La universalización de la salud y los derechos sexuales y reproductivos es la base de la igualdad de género, la dignidad y las oportunidades. No obstante, más del 40% de las mujeres del planeta no pueden ejercer su derecho a tomar decisiones tan trascendentales como la de tener hijos o no. El empoderamiento de las mujeres y niñas a través de la educación y el acceso a métodos anticonceptivos modernos contribuye a respaldar sus aspiraciones y les permite elegir el estilo de vida que deseen.
El fomento de la igualdad de género es una solución transversal a muchos problemas demográficos. En sociedades afectadas por el envejecimiento a las que preocupa la productividad laboral, alcanzar la paridad de género en la fuerza de trabajo es la forma más eficaz de mejorar la producción y aumentar los ingresos. Por su parte, en los países que vienen experimentando un rápido crecimiento demográfico, el empoderamiento de las mujeres a través de la formación y la planificación familiar puede aportar enormes beneficios por medio del capital humano y el crecimiento económico inclusivo.
Hace treinta años, nos unimos en torno a una visión común del futuro que reconocía los derechos de las mujeres y niñas como elemento fundamental para el desarrollo mundial. La solución resulta obvia: el impulso de la promoción de la igualdad de género —mediante el acceso a salud y derechos sexuales y reproductivos, la mejora de la formación, políticas laborales adecuadas y normas equitativas en el lugar de trabajo y en el hogar— se traducirá en familias más sanas, economías más sólidas y sociedades resilientes.
Este mensaje en favor de la igualdad de género tiene tanta fuerza ahora como entonces; lo mismo debe suceder con nuestra determinación. Unámonos una vez más e imaginemos un mundo en el que todas las personas tengamos las mismas oportunidades de prosperar; aunemos esfuerzos para garantizar una realidad en la que la verdadera riqueza de las naciones —con independencia de su tamaño o fase de desarrollo— sean sus personas, es decir, todas las personas, no solo la mitad.
El UNFPA brinda su apoyo a todas las personas, a los 8.000 millones, para que puedan reivindicar sus derechos y tomar sus propias decisiones. Porque esa será la única forma de que el futuro nos depare a todos igualdad y prosperidad.
La otra mitad: conoce, en datos, el estado de los derechos y opciones de las mujeres, adolescentes y niñas peruanas:
- Cada día ocurren al menos 4 nacimientos en niñas entre los 10 a 14 años. Todos los casos fueron producto de violaciones sexuales.
- Cada hora suceden 6 nacimientos en adolescentes entre los 15 y 19 años.
- En el 2022, en los Centros Emergencia Mujer, se registraron 39,053 casos de violencia sexual contra menores de edad, 8.6% más que en el 2021. Respecto al 2019, los registros de casos del 2022 representan un incremento de 75%.
- En el 2022, 3 de 4 cuatro mujeres unidas dialogaron con sus esposos o compañeros para tomar decisiones sobre el uso de métodos de planificación familiar.
- En el 2022, la fecundidad observada fue 1.9, habiendo sido la deseada 1.4. En el quintil más rico, la brecha es de una fecundidad observada de 1.3, y 1.1 la deseada; mientras que, en el quintil más pobre, la fecundidad observada es 3, y 2 la fecundidad deseada.
- En el 2022, en el Perú, se registraron de 5 a 6 muertes maternas cada semana, habiendo sido entre 9 y 10 en el 2021, año en el que los efectos de la pandemia fueron más intensos.
- En el 2022, 7 de cada 10 mujeres indicó haber sido víctima de violencia psicológica, física o sexual, por parte de su pareja o de otra persona, alguna vez en su vida.
- En el 2022, 1.2% de mujeres en edad reproductiva no podía leer.
- En el año 2000, una de cada dos adolescentes hubiera querido posponer su embarazo o no tener más hijos. Al 2022, fueron tres de cada cuatro las que respondieron así.
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