Con cada día que pasa, la magnitud de la crisis de la COVID-19 y sus consecuencias resultan cada vez más evidentes y alarmantes.
El UNFPA, la agencia líder de las Naciones Unidas en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, se solidariza con todas aquellas personas que participan en la respuesta al nuevo coronavirus: desde el personal médico y los voluntarios que valerosamente atienden a los enfermos, hasta los conductores de autobuses y el personal de atención de la salud que han sido catapultados a la primera línea de la respuesta. Y también compartimos el pesar del número cada vez mayor de personas que han perdido a seres queridos en la mayor crisis de salud global de este siglo.
La COVID-19 está poniendo a prueba a la comunidad internacional. No obstante, el trabajo del UNFPA con gobiernos, socios, agencias de las Naciones Unidas y donantes continúa y sigue extendiéndose. Hemos implementado planes de continuidad de operaciones en todos los niveles, y nuestro compromiso para servir a las personas más vulnerables y en lugares de difícil acceso es más firme que nunca.
Tal como sucede en la mayoría de las crisis, esta pandemia ha tenido un impacto severo en el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva que pueden salvar vidas y también ha afectado la capacidad de las autoridades para responder a la violencia de género, en un momento en el que las mujeres y las niñas más necesitan estos servicios. El UNFPA está trabajando con gobiernos y socios para priorizar las necesidades particulares de las mujeres y las niñas, en consonancia con nuestros objetivos de poner fin a las necesidades insatisfechas de planificación familiar, poner fin a las muertes maternas evitables y poner fin a la violencia de género y las prácticas nocivas para 2030.
La COVID-19 está poniendo a prueba a la comunidad internacional. No obstante, el trabajo del UNFPA con gobiernos, socios, agencias de las Naciones Unidas y donantes continúa y sigue extendiéndose.
Hemos hecho un llamado a nuestros donantes para financiar nuestra respuesta a la COVID-19, que está dirigida a países con sistemas de apoyo social y salud pública débiles, incluidos países en situaciones frágiles y humanitarias, con una proyección de costos actual de 187.5 millones de dólares estadounidenses para 2020. Los esfuerzos del UNFPA se centrarán en fortalecer los sistemas de salud, adquirir y suministrar insumos esenciales para proteger al personal de salud, asegurar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y atención de la violencia de género, y promover la comunicación de riesgos y la participación comunitaria.
Este es un momento de solidaridad, determinación y altruismo. No debemos olvidar que existen personas que tal vez no veamos de inmediato que se encuentran en gran riesgo como resultado de las consecuencias de la crisis:
Las mujeres embarazadas, que requieren de atención prenatal pero no saben si es seguro acudir a una clínica. Las mujeres en relaciones abusivas atrapadas en su hogar por el futuro previsible y que temen por su seguridad. Las decenas de millones de personas que se encuentran en campamentos de refugiados, que están contando los días hasta que llegue el coronavirus y para las cuales el distanciamiento social sencillamente no es una opción. Las personas mayores, muchas de las cuales se encuentran atrapadas en una situación de aislamiento, carentes de interacción social y particularmente vulnerables a enfermarse a consecuencia del virus.
El UNFPA está proporcionando apoyo material a los sistemas de salud afectados y protegiendo al personal de salud y las parteras. En China, Irán y las Filipinas, por ejemplo, distribuimos artículos de higiene esenciales y otros artículos entre las personas más vulnerables, lo mismo que equipo de protección personal entre el personal de salud. Y en Moldova lanzamos un panel de información en línea para el sistema de salud que muestra su número de casos en curso desagregados por ubicación, sexo, edad y estado de embarazo.
Pero aún nos falta mucho por hacer para asegurarnos de satisfacer las necesidades más íntimas, pero esenciales, de las mujeres y las niñas en el mundo, al mismo tiempo que combatimos la COVID-19 en los desafiantes meses por venir. El UNFPA ha detallado qué es lo que necesitamos en una serie de documentos de orientación publicados recientemente en el sitio UNFPA.org en relación con estos temas.
Este flagelo global exige una respuesta global. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para ayudar a todas aquellas personas afectadas por la crisis, tanto aquellas con COVID-19 como aquellas que se encuentran atrapadas en una situación de aislamiento, a las que se les niegan los servicios que necesitan desesperadamente. Les invitamos a sumarse a nosotros para salir en defensa de la dignidad y la salud de las mujeres y las niñas en este momento en el que más nos necesitan.