Los avances que tanto ha costado conseguir para las comunidades de personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, queer e intersexuales se encuentran cada vez más amenazados. Existen leyes, normas y prácticas discriminatorias que niegan a las personas LGBTQIA+ su autonomía, su acceso a la atención sanitaria y sus derechos y libertades reproductivas.
Un mundo igualitario precisa del reconocimiento y el respeto a las identidades diversas. Teniendo esto en cuenta, el tema del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia de este año es «Juntos siempre: unidos en la diversidad».
Más de un tercio de los países penaliza las relaciones entre personas del mismo sexo; tan solo 24 reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo. La violencia contra las personas LGBTQIA+ es sistemáticamente elevada y no suelen denunciarse todos los casos.
Una educación sexual integral puede cambiar aquellas normas perjudiciales, contrarrestar la discriminación y brindar información a todas las personas jóvenes sobre su derecho a la autonomía corporal; derecho sobre el que se sustentan todos los demás derechos. Ayuda a prevenir la estigmatización, la discriminación y la violencia y puede dotar a las personas jóvenes LGBTQIA+ de información y herramientas, proporcionarles productos de salud sexual y reproductiva y ponerlas en contacto con servicios, asesores y otros mecanismos de apoyo.
Lograr una educación sexual integral universal requiere de leyes y políticas basadas en los derechos humanos, así como de presupuestos específicos. En los países de ingresos bajos y medianos, es necesario realizar inversiones para reforzar la prestación de una educación sexual integral apropiada y accesible, en consonancia con las prioridades nacionales.
El UNFPA defiende y trabaja en favor de los derechos y las opciones para todas las personas.
«Los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos, y estos derechos están garantizados para todas las personas, independientemente de su género u orientación sexual», declaró la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. «La persecución de personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, queer e intersexuales es una violación de su derecho a la libertad de expresión, a la libertad, la privacidad y la igualdad, a no sufrir violencia, discriminación y tratos inhumanos o degradantes y a un juicio imparcial. Al proteger, promover y hacer realidad los derechos humanos de las personas LGBTQI en todo el mundo, podemos garantizar derechos y libertades para todas las personas».
Datos Perú
En el Perú, la discriminación afecta a diversos grupos minoritarios. La comunidad LGTBIQ+ es uno de los que sufre mayor discriminación (71%); las personas que viven con VIH también la sufren (70%), y las personas indígenas son otro grupo minoritario que ha sido discriminado mayoritariamente (64%).