- La actual situación de emergencia nacional por el COVID-19 en el Perú, uno de los países latinoamericanos más afectados donde se registran más de 28,699 casos y 782 muertes, ha profundizado las desigualdades de género. Muchas mujeres han sufrido violencia, están asumiendo gran parte de las tareas del hogar y tienen dificultades para acceder a servicios de salud sexual y reproductiva.
- “Vivamos el aislamiento con igualdad” y “Convirtiendo situaciones de emergencia en oportunidades para la igualdad”, son dos campañas de comunicación lideradas por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y UNFPA Perú, que buscan incluir la perspectiva de género en la lucha contra el COVID-19: promover el derecho a una vida libre de violencia, la división equitativa de las tareas domésticas; así como garantizar los derechos reproductivos.
La llegada del virus al Perú detuvo muchas actividades y dejó las calles vacías debido al aislamiento social. Sin embargo, lo que no se ha detenido en los casi 40 días de estado de emergencia es la violencia de género. Según cifras del Ministerio de la Mujer, desde el 9 de marzo a la fecha al 30 de junio, se han recibido más de 63,000 llamadas en todo el Perú para pedir ayuda en casos de violencia de género a través de la línea telefónica 100 del MIMP. Se han reportando 1100 casos de mujeres reportadas como desaparecidas (309 adultas y 791 menores de edad) y 30 feminicidios.
Para María Pía Molero, Directora General de Transversalización del Enfoque de Género del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables los servicios de atención a violencia tampoco han detenido su respuesta. “La línea 100 no sólo recibe llamadas de mujeres sino de niños niñas y adolescentes afectados por la violencia doméstica”.
“Luego de que la mujer hace la llamada su caso es atendido por el servicio de atención de urgencia, que se dedica a brindar asesoría para acceder a las rutas de atención judicial y acompañamiento psicosocial a las víctimas. Allí intervienen comisarías de familia, municipalidades y organizaciones sociales para realizar un trabajo en red”, finaliza la funcionaria.
Las situaciones de emergencia afectan seriamente diversos aspectos de la vida de las personas. Particularmente, en el caso de las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad como son las mujeres, adultos mayores, personas con discapacidad, entre otros. Reconociendo esta situación, el UNFPA Perú y el MIMP se comprometieron en transformar el desafiante contexto de emergencia en una oportunidad para trabajar por la igualdad de género.
Una alianza desde el aislamiento
Desde el aislamiento social obligatorio, los equipos del MIMP y del UNFPA Perú diseñaron y validaron mensajes clave que invitan a los varones a participar activamente en las tareas domésticas y las labores de cuidado, a fortalecer vínculos con la familia y a erradicar toda forma de violencia contra la mujer. Todo ello, con el propósito de asegurar un aislamiento libre de estereotipos y lleno de oportunidades para la convivencia armoniosa.
A estos mensajes, se sumaron un conjunto de orientaciones técnicas dirigidas a autoridades regionales para que, en el marco de sus funciones, puedan implementar medidas, donde las necesidades de salud sexual y reproductiva de las mujeres – como un parto y embarazo seguro y el acceso a métodos anticonceptivos-se encuentren al centro de la respuesta estatal.
“Las tareas de cuidados recaen principalmente en las mujeres. Esta situación se agrava debido al contexto de aislamiento, cierre de las escuelas y la demanda de teletrabajo, lo que las coloca muy expuestas a sufrir situaciones de agotamiento y estrés. El real involucramiento de los varones en estas tareas tradicionalmente asignadas a las mujeres es central para enfrentar con igualdad el contexto actual” señaló Melissa Bustamante, oficial de género y derechos humanos del UNFPA Perú.
La alianza entre los equipos técnicos del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y UNFPA Perú, trajo consigo la espontánea generación de en un task force de producción de contenidos para las campañas. “A este equipo lo movía un solo motor. Acabar con otra pandemia, mucho más antigua, la de la desigualdad. Aquella que afecta principalmente a las mujeres, relegando sus oportunidades de desarrollo. En condiciones de emergencia, asegurar los derechos de las mujeres, vivir sin violencia y acceder a servicios de salud reproductiva, debe ser una prioridad”, resalta Bustamante.
La radio para llegar más lejos y a quien más lo necesita
Cuando el periodista Luis Lozada, en Piura, noreste de Perú, recibe llamadas de mujeres que interrumpen la programación habitual de la emisora de radio Cutivalú y piden hablarle por el teléfono interno, sabe que puede tratarse de un caso de violencia. Las personas al otro lado de la línea tienen mucho miedo y poco tiempo para hablar.
“Nuestro equipo de periodistas no está sólo para transmitir noticias. Somos un referente para la comunidad, nos creen y nos ven como sus aliados”, enfatiza el director de esta emisora de radio, que toma el nombre Cutivalú de un cacique Inca conocido por defender a su pueblo.
Campaña "Convirtiendo situaciones de emergencia en oportunidades para la igualdad" |
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Campaña "Vivamos el aislamiento con igualdad" |
Las pautas radiales puestas en marcha durante tres semanas por el Ministerio de la Mujer y el UNFPA han permitido difundir entre la población más vulnerable de la ciudad de Lima, así como de las regiones de Piura y Ayacucho- que tienen un alto índice de violencia de género- los servicios que el Ministerio de la Mujer ha puesto en marcha para asegurar protección para las sobrevivientes de toda forma de violencia. La radio ha sido un importante aliado a través de spots que se produjeron en las regiones y que supieron llegar al interior de las casas de miles de familias en pleno aislamiento.
El manejo adecuado de la información por parte de los diferentes medios de comunicación es vital a la hora de registrar las denuncias de mujeres y alentarlas a romper el silencio en el contexto actual, que ha llevado a un aumento de los casos de violencia de manera alarmante, pero también un gran recurso para generar equidad al involucrar a los varones en tareas domésticas, cuidado de los hijos y de personas mayores; labores que sobrecargan a las mujeres en el aislamiento. En esto se resume el gran aporte social de estas dos campañas de sensibilización.