La autoidentificación étnica y la salud materna
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La importancia de identificar los orígenes étnicos para evitar las muertes maternas
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Autoidentificación étnica y la reducción de las muertes maternas evitables: ¿cómo seguir avanzando?
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Autoidentificación étnica y atención materna: una agenda pendiente en el Perú
La importancia de identificar los orígenes étnicos para evitar las muertes maternas
En el Perú, las brechas sociales desnudan el deficiente acceso de la población a los servicios públicos. Estas carencias, además, están directamente relacionadas con la diversidad étnica de sus habitantes. Siendo la atención materna uno de los casos en que se expresa con mayor evidencia esta problemática.
Este contraste se evidencia aún más cuando miramos la realidad de dos mujeres que están por traer una vida al mundo. En alguna zona del país, una gestante que da a luz en posición vertical y con el soporte de las parteras y el personal de obstetricia del establecimiento, mientras que, al mismo tiempo y en otro rincón de nuestro territorio, una mujer alumbra sola sin asistencia médica. Las diferencias pueden tener resultados dramáticos para una gestante en condiciones precarias.
El valor de la autoidentificación étnica
¿Cómo hacer para mejorar la atención materna y asegurar la vida de las gestantes? La propuesta desarrollada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Perú, en coordinación con organizaciones del Estado y organizaciones de poblaciones indígenas y afrodescendientes, parece ser una respuesta de impacto.
La iniciativa plantea que el personal de salud, la gestante que accede al servicio y las organizaciones sociales de base representativas de su comunidad reconozcan el valor de la variable de autoidentificación étnica para que la data recogida en los servicios públicos pueda ser procesada, divulgada y conlleve así el establecimiento de acciones en favor de los grupos poblacionales en situación de riesgo.
Contar con esta información favorece el establecimiento de políticas públicas de salud materna para evitar las muertes de las mujeres peruanas en edad reproductiva, en especial las de los pueblos indígenas, originarios y afroperuanos, los más vulnerables y con alta representatividad. En nuestro país, compuesto por más de 32 millones de personas, el 25.8% de la población se considera parte de un pueblo indígena u originario, mientras que el 3.6% se identifica como afroperuano.
Si bien en nuestro país el número de muertes maternas ha decrecido en los últimos veinte años, este descenso es aún lento para una problemática tan compleja. De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud a nivel nacional, en ese mismo período los decesos suman más de 9 mil.
La propuesta del UNFPA involucra acciones en paralelo con la Oficina Panamericana de Salud (OPS), entidades del sector público como los ministerios de Salud y Cultura, y asociaciones civiles organizadas a nivel nacional y subnacional. La ejecución alcanza los departamentos de Piura, Ayacucho y Loreto, lugares con importante presencia de mujeres de pueblos indígenas, originarios y afroperuanos, y tendrá una duración de seis meses, con finalización en diciembre de 2020.
Factores que complican el registro
Los registros sanitarios contienen las características de los fallecimientos, pero no toda la información es gestionada de manera adecuada. Se deja de lado información que puede ayudar a construir perfiles completos de las fallecidas y que, a su vez, es capaz de contribuir con la creación de mecanismos que eviten más muertes.
Existen una serie de causas que dificultan el registro de la autoidentificación étnica en los servicios de salud, pese a que el Estado peruano viene realizando esfuerzos continuos desde el 2012 en este sentido.
Una de ellas es la manera como el funcionario público se aproxima al usuario. “La variable es registrada de manera automática, sin que se haga la consulta sobre el origen étnico. Así, por ejemplo, una persona que habla español y que, aparentemente, por su vestimenta no pertenece a ningún pueblo indígena, es calificada como mestiza sin preguntarle, pese a que no se considere como tal realmente”, señala Gerardo Seminario, jefe del proyecto.
Otro de los motivos es la difícil gestión de la información y los trámites administrativos. “En los establecimientos públicos, el HIS (sistema nacional de información) certifica las atenciones, pero no registra adecuadamente la variable étnica. El proveedor estatal que atiende un caso no usa los códigos ya establecidos. En Piura, donde tenemos una alta proporción de mujeres afroperuanas, no existe diferenciación étnica en los registros”, destaca Pablo Juárez, miembro del equipo técnico del Programa Materno-Neonatal del Centro de Desarrollo de la Mujer Negra Peruana (Cedemunep).
Finalmente, está presente uno de los problemas sociales que más nos aqueja: el racismo. “Desde las organizaciones indígenas ya habíamos detectado que los principales lugares donde se daban casos de discriminación racial eran precisamente los servicios públicos. Y uno de los espacios que lideran esta lista son los de salud pública”, sostiene Newton Mori, investigador en la asociación Chirapaq.
¿Qué avances se han dado desde el Estado?
La reacción del aparato estatal es clave para cambiar esta situación, pese a los limitados recursos con los que cuentan algunos sectores. Para Melvy Ormaeche, ejecutiva adjunta en el Despacho Viceministerial de Salud Pública del Ministerio de Salud, el primer paso a dar tiene como protagonista al personal responsable de la atención directa a las gestantes.
“En las zonas donde habita la población más vulnerable, los establecimientos de salud son precarios y cuentan con personal que no está sensibilizado para recoger la variable. Debemos capacitar a los servidores públicos para recabar la información de manera efectiva y elaborar reportes. Es nuestra tarea corregir nuestra atención desde el primer hasta el último nivel”, resalta.
Traer una vida al mundo no debe significar la muerte de la madre. El registro de la variable de autoidentificación étnica generará una respuesta diferenciada de acuerdo a las características y particularidades para cada uno de los pueblos del país y propiciará la generación de políticas públicas para prevenir las muertes maternas.