La violencia basada en género es una de las violaciones a los derechos humanos más prevalentes en todo el mundo. No conoce fronteras sociales, económicas ni nacionales.
La violencia por razones de género afecta la salud, la dignidad, la seguridad y la autonomía de sus víctimas y, aun así, sigue cubierta por un velo de silencio. Las víctimas pueden sufrir consecuencias relacionadas con la salud sexual y reproductiva, incluidos embarazos no planeados, infecciones de transmisión sexual como el VIH, e incluso la muerte.
En el Perú, donde muchas mujeres y niñas son afectadas por la violencia, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas "Servicios esenciales para las mujeres y las niñas sometidas a violencia" busca sumar esfuerzos con diversas entidades del Estado para garantizar justicia, protección y bienestar para ellas. Dicha iniciativa promueve la implementación de un conjunto de directrices para los servicios sociales, legales, de salud y justicia a fin de asegurar la atención de calidad para las sobrevivientes de diversas formas de violencia. En conjunto, todos estos elementos básicos de los servicios de atención para víctimas, conforman el denominado “Paquete de Servicios Esenciales”.
Este Programa, que inició en 2017, es liderado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), con la participación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS). Su implementación ha sido posible gracias al trabajo coordinado con sectores e instituciones públicas con competencias en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres y niñas. Tal es el caso del Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables, el Ministerio de Salud, la Defensoría del Pueblo, el Poder Judicial, el Gobierno Regional de Ayacucho, la Municipalidad Provincial de Huamanga, la Dirección Regional de Salud de Piura, entre otros.
En el Perú, la violencia basada en género es un problema de derechos humanos, salud pública y una de las más frecuentes formas de discriminación contra las mujeres. De acuerdo con la ENDES 2018, 63,2% de mujeres fueron víctimas de violencia ejercida alguna vez por el esposo o compañero.
Sin embargo, solo 28.9% de personas que sufrieron violencia física acudieron a una institución. Por ello, urge seguir fortaleciendo el adecuado funcionamiento de los servicios para la atención de las victimas, con el propósito de que se consoliden como espacios seguros y de recuperación de su salud física y mental, así como de acceso a la justicia.
Apostar por la prevención de la violencia y asegurar servicios integrales para la atención de los casos es, en buena cuenta, salvar vidas y evitar situaciones de morbilidad para las mujeres. Este es el terreno en el que el Programa Conjunto de las Naciones Unidas "Servicios esenciales para las mujeres y las niñas sometidas a violencia" viene colaborando con diversas instituciones del Estado, tomadores de decisión y actores clave para erradicar la violencia de género.
Lecciones aprendidas para seguir avanzando
Durante el mes de noviembre se conmemora el "Día Internacional para la Eliminación la violencia contra las mujeres", en ese marco, nos es grato compartir algunas de las lecciones aprendidas del proceso de implementación del Programa Conjunto “Paquetes esenciales para la atención de mujeres y niñas víctimas de violencia”, que ha logrado contribuir sustantivamente a incrementar los niveles de articulación del Estado en materia de VBG:
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Abordar la VBG desde un enfoque multisectorial es una estrategia esencial para garantizar justicia, protección y bienestar para las víctimas.
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El fortalecimiento de las competencias técnicas de operadores de justicia y actores clave en el abordaje multisectorial de los casos de VBG con enfoque de género y derechos humanos es fundamental para garantizar atención de calidad para las víctimas.
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El fortalecimiento de la rectoría del MIMP en materia de VBG es una condición indispensable para mejorar los servicios de atención, ya que su liderazgo se torna esencial para diseñar e implementar estrategias desde el enfoque multisectorial.
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La incorporación de los enfoques de género, derechos humanos, salud pública e interculturalidad en las políticas públicas de atención a las víctimas de VBG resulta fundamental para garantizar la calidad de la atención, la recuperación de la salud y el acceso a la justicia de las víctimas.
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La generación de información estratégica sobre la situación de los derechos de las víctimas de VBG es fundamental para el diseño e implementación de políticas basadas en evidencia, y asi, dar respuesta a las necesidades específicas de las mujeres, adolescentes, niñas que sufren diversas formas de violencia.
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La provisión integrada de servicios de salud y socio legales para la atención de la VBG contribuye a generar mayor nivel de involucramiento del personal de salud en la atención de los casos de VBG, en la medida que se sienten más seguros de intervenir con el apoyo del equipo socio-legal que opera en el CEM.
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El trabajo con instancias de gobierno regional y provincial, en coordinación con los sectores nacionales, ha posibilitado el desarrollo de estrategias innovadoras para el abordaje multisectorial de la violencia desde los ámbitos de la justicia, salud y de protección para las víctimas.
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El fortalecimiento y la articulación con las instancias de concertación regional, provincial y distrital que forman parte del Sistema Nacional contra la violencia hacia las mujeres y los integrantes del grupo familiar, resulta una estrategia clave para la integración de los servicios esenciales de atención a las sobrevivientes de violencia y su apropiación por parte de las entidades públicas que lideran estas intervenciones a nivel nacional y sub-nacional.
Durante el mes de noviembre, publicaremos una segunda nota sobre los resultados que ha logrado el Programa Conjunto "Servicios esenciales para las mujeres y las niñas sometidas a violencia" así como las experiencias exitosas que ha tenido en Lima y el interior del país, específicamente en Ayacucho y Piura. Estas experiencias han sido muy inspiradoras y desde el Fondo de Población de las Naciones esperamos se repliquen y puedan llegar a otras regiones y lugares del país donde el flagelo de la violencia contra las mujeres y niñas sigue siendo un impedimento para el ejercicio pleno de sus derechos.
Un adelanto en el siguiente video. La experiencia del Centro de Atención Socio-Emocional (CASE) Huamanga, que fue difundida a nivel mundial a través de la página global de esta agencia.