Las desigualdades en el ejercicio de la salud y los derechos sexuales y reproductivos deben enfrentarse para que el Perú logre reducir aún más la pobreza y las desigualdades económicas. Para ello, es crucial priorizar la atención de aquellas mujeres en mayor situación de vulnerabilidad, como las que viven en pobreza, en zonas rurales y las adolescentes.
Ese es el mensaje principal del informe anual del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Estado de la Población Mundial 2017, titulado “Mundos Aparte: La salud y los derechos reproductivos en tiempos de desigualdad” (SWOP 2017, por sus siglas en inglés). El informe alerta a los países que de no hacerse frente a estas desigualdades el logro de la Agenda 2030, y en especial, del Objetivo de Desarrollo del Milenio 1 que se propone acabar con la pobreza, pueden verse seriamente amenazados.
El embarazo adolescente como expresión y causa de desigualdad
El embarazo en adolescentes es una dura expresión de estas desigualdades. En zonas rurales (23%), el embarazo es el doble que en zonas urbanas (10%). Entre las adolescentes más pobres, es 6 veces mayor (24%) que entre aquellas en el quintil de ingreso más alto (4%). Y entre quienes sólo siguieron educación primaria, es 6 veces mayor que entre quienes siguieron educación superior (7%).
“Los países han afirmado el respeto por los derechos sexuales y reproductivos (en tratados internacionales), pero por otro lado hay una desigualdad muy grande. No tener acceso a estos derechos es una forma muy dura de desigualdad y de exclusión que debe ser materia de políticas públicas. Es inconcebible que teniendo un plan para prevenir el embarazo en adolescentes no se haya podido aún reducir la tasa, más aún en un país que ha crecido tanto la década precedente”, afirmó Indira Huilca, congresista del Frente Amplio, durante la presentación del informe.
Mientras que 6 de cada 10 adolescentes de los hogares pobres habrán iniciado su vida sexual antes de alcanzar la mayoría de edad, ello habrá sucedido con 3 de cada 10 adolescentes en los de ingresos altos. El embarazo a temprana edad favorece la deserción escolar, reduce las oportunidades de inserción laboral, y suele recluir a las jóvenes madres al ámbito doméstico, limitando su potencial para acumular activos.
Visita guiada por el fotógrafo Paco Chuquiure a la muestra #MundosPosibles sobre embarazo en adolescentes.
Prevención que no está disponible para todas
“A pesar de que se han modificado normas para permitir el acceso a la consejería y los métodos anticonceptivos a las y los adolescentes que lo necesiten y demanden, todavía es largo el camino por recorrer para que todos los prestadores de servicios lo implementen y se eliminen las barreras que se oponen a ello”, comentó Elena Zúñiga, Representante del UNFPA en el Perú.
El uso de métodos anticonceptivos modernos ha demostrado ser una de las intervenciones más costo-efectivas para prevenir las muertes maternas y los abortos, así como embarazos no planeados y de alto riesgo. No obstante, millones de mujeres en el Perú, aún no cuentan con información, servicios e implementos para prevenir un embarazo no planificado o dar a luz de manera segura.
“No tener acceso a métodos anticonceptivos deja a las mujeres expuestas a embarazos no planificados. El embarazo a temprana edad interfiere con los proyectos de vida de las adolescentes, con sus expectativas y su bienestar económico. Por ello, el MIMP considera que la prevención del embarazo en adolescentes es una de las principales metas del gobierno”, aseguró Omar Landeo, Director General de Población, Desarrollo y Voluntariado del MIMP.
Las adolescentes aún deben enfrentar obstáculos para ejercer sus derechos a la salud sexual y reproductiva debido a normas restrictivas, preocupaciones sobre la confidencialidad de los servicios o el estigma asociado a la actividad sexual a temprana edad. Las adolescentes con menores recursos económicos dependen fuertemente de la oferta de servicios públicos para prevenir embarazos no planeados, mientras aquellas mujeres con mayores ingresos pueden acudir con mayor facilidad a servicios privados.
“Tenemos que enfrentarnos diariamente a prejuicios que obstruyen el avance (…) Se requiere un compromiso claro, hablar con datos y entender que los derechos de las mujeres son derechos humanos y hay que tomar acciones legislativas que a eso apunten”, expresó Alberto de Belaúnde, congresista de PPK.
La Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, compromiso internacional suscrito por el Estado peruano, visiona un mundo donde nadie sea dejado atrás. Una condición impostergable para materializar este objetivo es asegurar el respeto de los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas, comenzando por aquellas en mayor situación de vulnerabilidad, como las adolescentes.
Descarga el "Estado de la Población Mundial 2017" aquí
Conoce más sobre el informe aquí