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24 obstetras de micro-redes de ocho regiones del oriente se reunieron en Lima para fortalecer sus competencias e intercambiar experiencias sobre la atención en salud sexual y reproductiva dirigida a adolescentes con el objetivo de responder a sus necesidades y asegurar sus derechos. El evento fue organizado por el Colegio de Obstetras del Perú con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) Perú.

Entre los desafíos para asegurar la calidad de los servicios dirigidos a la población adolescente, las participantes resaltaron que existen demoras en la difusión de la normatividad y que hay proveedores que no atienden a menores de edad si no cuentan con documento de identidad.

Prevenir embarazos y la maternidad en adolescentes y niñas menores de 15 años son dos retos cruciales para asegurar los derechos reproductivos de la población y para el desarrollo en el Perú. Las medidas prioritarias del Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo de América Latina y El Caribe, compromiso regional suscrito por el Estado peruano para erradicar las desigualdades y asegurar los derechos humanos que complementa la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus ODS, así lo señalan.

Educación, diálogo y métodos para prevenir embarazos en adolescentes

La gran mayoría de embarazos en la adolescencia no fueron planeados, según registra la Encuesta Demográfica y de Salud Familia del INEI. En muchos otros casos se explica por el limitado acceso de las adolescentes en mayor situación de vulnerabilidad a oportunidades de desarrollo, como la posibilidad de seguir estudios superiores o insertarse de manera exitosa en el mercado laboral, o carencias efectivas. En el caso de las niñas menores de 15 años, la maternidad se trataría de una consecuencia de la violencia sexual. En ambos casos, esta realidad es en gran medida producto de diversos factores de los entornos de los y las adolescentes que los hacen vulnerables.

“Existen normas socioculturales que no consideran a los y las adolescentes como sujetos de derechos, capaces de tomar sus decisiones. Entonces la sexualidad se vuelve clandestina y se ejerce sin información, sin poder dialogar en la familia, sin educación sexual en la escuela y expuestos a la violencia basada en género. El inicio sexual temprano se ha incrementado y se da con escaso conocimiento sobre el cuerpo y la reproducción, en contextos donde el acceso a servicios y a métodos anticonceptivos es limitado, y cuando se da, su uso no suele ser consistente. Esa es la realidad a cambiar”, sostuvo Carmen Murguía, Analista de Programa en temas de Adolescencia y Juventud durante el taller.

Las revisiones sistemáticas realizadas en diferentes países han probado que el uso simultáneo y combinado de programas de educación que incluyan la educación integral en sexualidad y desarrollo de habilidades, y la consejería y promoción de métodos anticonceptivos modernos para quienes lo requieran, de preferencia en servicios de salud amigables, reduce el riesgo del embarazo no planeado en adolescentes. No obstante, en el Perú, aún existen barreras para que todos los y las adolescentes accedan a consejería y métodos anticonceptivos modernos, y un limitado número de servicios de salud amigables que cumplan con los criterios y estándares de calidad para satisfacer sus necesidades. Es importante además cambiar las relaciones desiguales de género, previniendo y combatiendo la violencia y empoderando a las mujeres para que tengan mayor poder de negociación en sus relaciones de pareja.

Directrices para prevenir el embarazo en adolescentes

La Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea, entre las directrices para prevenir el embarazo en adolescentes, las siguientes:

  1. Abogar por la prevención del embarazo en adolescentes entre todos los interesados directos: entregar información, educación para la salud y sexualidad, desarrollar habilidades para la vida, consejería en métodos anticonceptivos, prestación de servicios y creación de ambientes amigables.
  2. Mantener y mejorar los esfuerzos que buscan retener a las adolescentes en los centros de enseñanza, tanto primaria como secundaria.
  3. Ofrecer intervenciones que combinen programas de educación sexual, promoviendo el uso de anticonceptivos entre los adolescentes que lo requieren para reducir las tasas de embarazo.
  4. Ofrecer anticoncepción posparto y posaborto a las adolescentes, y promoverla a través de múltiples visitas a los hogares y/o visitas al establecimiento de salud para reducir las probabilidades de segundos embarazos en esa población.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) trabaja en el Perú para contribuir a que cada embarazo sea deseado, cada parto sea seguro y cada persona joven alcance su pleno desarrollo.