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“La comunidad debe ir unida, porque así ven que somos muchos y no nos pueden dañar”, señala Karina*, moradora del albergue Cristo Viene, localizado en el departamento de Piura, el más afectado por las inundaciones ocasionadas por el Fenómeno del Niño Costero en Perú. Ella respondió al llamado del silbato de una vecina, activando la emisora comunitaria y su iniciativa atrajo la atención de los habitantes de los campamentos de Túpac Amaru, Eleuterio Cisneros y Jesús de Nazaret. No ha sido ésta la única ocasión en que las mujeres han hecho uso del silbato para pedir ayuda ante una situación de amenaza.

Estos silbatos forman parte de los kits de protección que el UNFPA ha distribuido en las comunidades y campamentos más afectados por la emergencia en Piura, Lambayeque y La Libertad. Las distribuciones de los kits de protección y un número similar de kits de higiene se complementan con acciones de sensibilización y capacitación para que las comunidades, en especial las mujeres y adolescentes, dispongan de conocimientos y habilidades para protegerse y prevenir la violencia, así como cuidar su salud reproductiva y prevenir enfermedades como el dengue y el zika.

Estas acciones de respuesta a la emergencia han sido implementadas en coordinación con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), a través de las oficinas locales y brigadas móviles del Centro de Emergencia Mujer y con las direcciones o gerencias regionales de salud en Piura, Lambayeque y La Libertad.

El kit de protección contiene un silbato, para alertar a las personas ante el peligro o la amenaza, una linterna recargable con luz solar, un candado para guardar con seguridad bienes personales, un lapicero, una libreta de apuntes y una cartera de tela. Incluye también un abanico con información sobre la prevención y denuncia de la violencia contra la mujer.

 “El silbato se ha constituido en una herramienta sumamente importante para las mujeres, porque las ha empoderado. En una comunidad donde normalmente la mujer asume un perfil bajo, porque siempre está la posición de poder del varón, el silbato las ha hecho entender que ellas mismas pueden ejercer sistemas de protección. A diferencia de otros momentos, ahora son las mujeres que tocan el silbato y corren todas juntas a apoyarse, pero también acuden los varones. Entonces, ahora ellas sienten que tienen alguna posición de control sobre ciertas situaciones en la comunidad”, afirma Giannina Huamán, psicóloga del CEM Móvil de Santa Rosa.

“Cuando nos dieron el silbato, nosotras hablamos con los hombres, nuestros esposos y hasta con nuestros hijos pequeños. Ya estábamos organizados con las rondas y hacíamos recorridos para proteger a las personas, porque acá siempre hemos estado amenazados por diferentes motivos. Ahora las mujeres sabemos que no estamos solas y la comunidad está atenta al sonido del silbato”, agrega Karina*.

Desde mayo de 2017, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha entregado alrededor de 9,500 kits de higiene y 9,500 kits de protección a adolescentes y mujeres en edad fértil (a partir de los 11 años) que en la actualidad habitan campamentos y zonas afectadas por las lluvias e inundaciones, como parte de sus acciones de respuesta a la emergencia en Piura, Lambayeque y La Libertad. Las distribuciones han estado acompañadas de charlas de sensibilización dirigidas a esta población para fomentar comportamientos de cuidado de la salud reproductiva y prevención de la violencia contra la mujer.

* Por razones de seguridad, los nombres de las personas que han dado su testimonio han sido cambiados. Los testimonios son fieles al relato original.