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Para dar respuesta a este desafío, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Ministerio de Educación (MINEDU) vienen impulsando acciones conjuntas con el objetivo de mejorar la prevención, atención y sanción de la violencia contra niños, niñas y adolescentes.

Durante la tercera reunión ordinaria de la Comisión Multisectorial de Fomento de la Educación de las Niñas y Adolescentes Rurales, presentaron los resultados del primer año del trabajo conjunto que realizan en el marco del Programa Conjunto de las Naciones Unidas “Servicios Esenciales para las Mujeres y las Niñas Sometidas a Violencia” y su plan de trabajo 2018.

Entre los resultados alcanzados en 2017, resalta la generación de información estratégica sobre la situación de los derechos de las víctimas de violencia basada en género: la investigación sobre la violencia en el ámbito escolar en escuelas de comunidades nativas amazónicas, la evaluación del funcionamiento del portal SISEVE para la denuncia de la violencia en el ámbito escolar en dos comunidades amazónicas y los informes realizados por la Defensoría del Pueblo sobre la implementación de la nueva ley integral de lucha contra la violencia basada en género y la situación de los derechos de las mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual.

Una escuela sin violencia para impulsar el desarrollo

En el Perú, la violencia contra niñas, niños y adolescentes es una práctica extendida y generalizada. 4163 denuncias de violación sexual a menores de 18 años fueron registradas por la PNP en 2016 (Anuario Estadístico). Ello equivale a un promedio de 11 denuncias al día. La dimensión de este flagelo, tomando en cuenta los casos que no se denuncian, sería bastante mayor.

“La violencia tiene un impacto en el proyecto de vida y desarrollo de las mujeres. Se agudiza en niñas adolescentes indígenas que viven bajo la línea de la pobreza. Es prioritario y urgente dar respuesta a este problema”, enfatizó Mariana Noriega, Directora de Ciudadanía Intercultural del Ministerio de Cultura (MINCUL).

En el ámbito escolar, aún hacen falta suficientes leyes y políticas adecuadas para protegerlos, así como crear y fortalecer mecanismos de denuncia para evitar que los perpetuadores actúen con impunidad.

“Tenemos que exigir como Estado tener rutas y presupuestos claros, a qué y cómo queremos apostar para esta población. Estamos trabajando para que estos casos no sigan aumentando, en un plan de formación para prevenir la violencia”, afirmó a su vez Luis Hiraoka Mejía, Director de la Dirección General de Educación Intercultural, Bilingüe y Rural del MINEDU.

“Desde el sector educación, urge seguir promoviendo una vida libre de violencia para las niñas y adolescentes, a través de garantizar una educación integral para el ejercicio saludable y responsable de la sexualidad, según el desarrollo y la edad de los y las adolescentes; asegurar sanciones administrativas para los agresores; promover el involucramiento de la comunidad para la vigilancia social que permita la prevención e identificación oportuna de los casos; y  asegurar la referencia de las víctimas a servicios de justicia y protección para evitar una doble afectación a su salud física y mental”, indicó Elena Zúñiga, Representante del UNFPA Perú .

Los y las funcionarios públicos participantes de la reunión coincidieron en resaltar el ámbito de la escuela como un espacio prioritario para incidir en la prevención y atención de los casos. Destacaron también la necesidad de acelerar y reforzar acciones de prevención y sanción, trabajar con la población en alternativas de respuesta a la violencia, así como la importancia de fortalecer la coordinación intergubernamental.

Eliminar la violencia para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

La violencia basada en género, y en especial la violencia sexual, ha sido reconocida como una grave vulneración de la dignidad humana, que afecta profundamente el ejercicio de los derechos humanos, y por ende la calidad de vida. Se trata de una de las peores manifestaciones de la discriminación por razón de género que tiene profundos impactos en el bienestar individual de las personas que se extienden a las familias, comunidades y Estados.

La Agenda 2030 y sus 17 ODS reconocen la importancia de asegurar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas como condiciones necesarias para alcanzar el desarrollo sostenible de los Estados y el bienestar de las personas. Bajo este marco, una de las metas a alcanzar es la eliminación de todas las formas de violencia, contra las mujeres y las niñas.

Conoce aquí los resultados del primer año de implementación del Programa Conjunto de las Naciones Unidas de Servicios Esenciales para Mujeres y Niñas Víctimas de Violencia.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre “Servicios Esenciales para Mujeres y Niñas Sometidas a Violencia” es implementado en el Perú por el UNFPA, PNUD y OPS en alianza con el Estado peruano.